- ¿Qué va a ocurrir con las disputas comerciales entre Estados Unidos y China?
Hemos visto mejoras en las disputas comerciales entre Estados Unidos y China en cuanto a las señales que se han dado. De forma particular en esa aspiración de construir un acuerdo comercial limitado en fase uno, ha sido muy positiva para los inversores. En cualquier caso, creo que hay tres cuestiones cruciales que hay que tener en cuenta. Una es que el presidente Trump cree que los aranceles han funcionado para llegar a este punto, con lo que las esperanzas de que los aranceles se reducirán son demasiado ambiciosas. La segunda es que la base electoral de Donald Trump, apoya esta guerra comercial, está de acuerdo en imponer aranceles a China. Ven esto como un “dolor a corto plazo y ganancia a largo plazo”. La tercera es que en el próximo año, en el que habrá elecciones, por lo que supimos hace un par de semanas, el presidente Trump todavía no ha decidido cuál será la mejor estrategia electoral para él con respecto a los aranceles: si habrá más, menos o si se mantendrán. Lo que nosotros esperamos es que es probable un acuerdo en fase uno, aunque el riesgo de una mayor escalada es todavía muy alto.
- En cuanto al brexit, ¿cuál es su principal escenario?
En cuanto al brexit nos hemos movido desde un escenario muy negativo en el que el riesgo de un brexit sin acuerdo era muy alto hasta un entorno con un riesgo menor porque el Reino Unido y la Unión Europea alcanzaron un acuerdo de salida en el último minuto. De todos modos, hay que tener en cuenta que el acuerdo de salida sólo cubre Irlanda del Norte. Para el resto de la economía británica, que es donde la mayor parte de los inversores extranjeros dirigen su dinero, sigue en juego. No está claro dónde se dirigirá la economía británica en cuanto a su relación con la Unión Europea. Creo que para 2020 es posible un brexit negociado, pero es la forma de ese brexit lo que es absolutamente crucial y creo que todavía quedan varios momentos cruciales en el camino.
- ¿Cuál es su visión acerca del acuerdo entre el Partido Socialista y Podemos?
Creo que es lo importante sobre el preacuerdo inicial entre PSOE y Podemos es que han llegado a un acuerdo, pero los inversores no sabemos con exactitud cuál es la agenda. A esto hay que añadir que tenemos que depender de partidos más pequeños, lo que implica que, de alguna forma, la incertidumbre sigue siendo alta. ¿Cómo va a ser este gobierno? ¿Serán capaces de poner en marcha alguna política? Para mí, España sigue siendo una economía fuerte, la política continúa manteniendo la incertidumbre, lo que implica que para los inversores no hay ninguna novedad.
- ¿Cómo cree que puede evolucionar el problema con Cataluña?
Lo que nos hemos encontrado con Cataluña en los dos últimos años es que para los inversores implica mucha volatilidad. Hemos visto mucha actividad en las calles de la Cataluña y en los tribunales y esto puede crear incertidumbre para los inversores; este es la forma en la que lo hemos visto el impacto de la situación en Cataluña, a través de la incertidumbre. En cualquier caso, en la actualidad no vemos que la situación doméstica se dirija a hacer grandes concesiones a la situación catalana o a su independencia. Para nosotros será crucial que la naturaleza del nuevo gobierno, su dependencia de los partidos catalanes y todo lo que tengan que decir sobre el conflicto o la reducción de la tensión sin tener que inflamar aún más las cosas al polarizar al electorado sobre el asunto catalán.