Uno incluso busca argumentos que van en la dirección que ha elegido, ignorando muchas veces señales que van en su contra. En los mercados no se trata de tener razón. No se trata de tener argumentos más sólidos que los demás. Al mercado le da igual quién tiene razón. De hecho el mercado en muchas ocasiones no tiene lógica. Incluso uno puede tener razón, pero perder mucho dinero en el camino. Un inversor que se hubiera puesto corto sobre el Nasdaq a mitad de los 90 con el argumento de que las valoraciones de las puntocom eran un despropósito hubiera estado en lo cierto, pero habría perdido hasta la camisa.
Cuando uno aborda los mercados desde la óptica del trading, tiene que partir con la premisa de que la posición que ha tomado puede estar equivocada. Equivocarse forma parte de las reglas del juego. Es muy importante admitirlo. No hay nada malo en reconocer sus errores. Pero cuanto antes, mejor. No pierda un segundo en intentar justificar una posición. Por supuesto es importante tener un stop loss, pero muchas veces y exagerando un poco diría que cuando una posición no se convierte rápidamente en ganadora intuyo que algo va mal, incluso antes de que toque el nivel de salida.
Nota: He mencionado la media móvil de 10 sesiones porque suelo utilizarla en mi sistema, pero aquí la señal de alarma la dio el propio precio (siempre es el precio) al indicarle al especulador que algo iba mal con la posición tomada.