Personalmente no creo que haya una manera única e inequívoca de construir una línea de tendencia. Tampoco creo que haya una manera mejor que otra. Lo importante es poder trazarla cada vez de la misma manera. Para mí esa redundancia y disciplina me da más confianza en mi trading porque elimina parte de la incertidumbre (no toda por supuesto) inherente a cualquier operativa en el mercado.
Como decía en mi artículo anterior una línea de tendencia es simplemente una línea que reúne al menos dos puntos relevantes (o “pivot points”) de la curva de precios.
¿Cómo se aplica esto, por ejemplo, al Dow Jones Industrial? En el gráfico adjunto he unido el último mínimo relevante con el penúltimo mínimo relevante para obtener una línea de tendencia alcista.
El trazar esta línea, como veis, no tiene ningún secreto, pero tiene implicaciones muy importantes para mi forma de operar y, por lo tanto, para mi condicionamiento psicológico. Me indica cuando actuar y, sobre todo, cuando no actuar. Da una justificación a mi paciencia (no soy un day trader y mi trading no tiene una frecuencia excesiva). Por supuesto no es tan fácil como parece en este gráfico. Generalmente coexisten varias líneas de tendencias, unas alcistas y otras bajistas. Además las líneas de tendencia no son el único elemento que intervienen en mi forma de operar. Pero eso lo iremos viendo poco a poco.
El mensaje que quería transmitir es que para que su trading le cause el menos daño psicológico posible (ansiedad, miedo, depresión, etc) debe encontrar maneras de reducir la incertidumbre y la inseguridad que ésta crea. Uno debe tener establecido unas reglas del juego: si pasa esto, tomo esta acción; o no hago nada hasta que ocurra esto, etc. Da igual que su plan esté establecido en torno a líneas de tendencia, medias móviles o determinados indicadores. Lo fundamental es qué sepa qué hacer de antemano cuando se presente la oportunidad… si no corre el riesgo de caer en la parálisis operativa o en el trading compulsivo.