Tal es la importancia que los delitos informáticos están cobrando en nuestra sociedad que a pesar de que crímenes violentos disminuyan en la populosa comunidad de Madrid, el cómputo global de delitos aumenta por culpa de delitos como las estafas online.
La seguridad no es solamente una clave segura
Ni mucho menos. La posibilidad de mantener una navegación privada gracias a una VPN para Chrome, Firefox, o cualquiera que sea el navegador que utilicemos, merecería por lo menos un poco de nuestra atención, ya que nos puede ahorrar más de una sorpresa desagradable.
¿Qué es una VPN?
Si traducimos literalmente una VPN es una Red Privada Virtual (Virtual Private Network), y sirve precisamente para lo que su nombre parece sugerir, lograr una navegación privada, oculta a ojos no deseados.
Una VPN puede utilizarse para acceder a servicios no disponibles en nuestro país, algo que no suele ser necesario en Occidente, donde no es normal que una entidad gubernamental censure páginas, pero en países como China podría posibilitar a un internauta chino crearse una cuenta en Facebook, saltándose la censura estatal.
¿Cómo funciona una VPN? Una VPN crea una red de ordenadores a modo de extensión segura en internet, que es una red pública y no controlada (internet no depende de una autoridad central que gobierne y proteja sus dominios). Aunque pueda parecer un enlace privado, realmente es una unión de varias redes locales, como las que conectan todos los ordenadores de una empresa, creando una red segura mediante la cual compartir información sensible, como pudieran ser los datos privados de los clientes. De esta forma cualquiera con los permisos pertinentes puede acceder a la red privada de la susodicha empresa como si se encontrase físicamente en la sede de la misma.
Esta red de ordenadores es la misma que protege la identidad del internauta chino que hace un párrafo quería crearse una cuenta en Facebook, ya que también falsea la ubicación del usuario, y tan solo es necesario que se elija como país desde el que se accede uno que quede fuera de la censura que el internauta desea esquivar. Ni siquiera el proveedor de internet sabrá a qué se dedica nuestro protagonista, pero ojo, el proveedor de VPN sí que podría saberlo.
Un servicio más que recomendable
Pero yo no soy un ciudadano asiático que desea navegar por páginas norteamericanas, sino solo una persona cualquiera de un país cualquiera que tan solo quiere que sus cuentas y su navegación estén a salvo de elementos criminales, ¿para qué me iba a servir una VPN? Imagine que desea o necesita acceder a su cuenta bancaria y por cualquier motivo no dispone de datos móviles, pero forzosamente necesita conectarse a una wifi pública, pues en ese mismo instante está poniendo en riesgo de sufrir un ciberataque a su dispositivo móvil y todo lo que contiene. De hecho, sin una VPN no es recomendable conectarse a una wifi pública nunca, independientemente de que acceda a su cuenta bancaria o tan solo desee leer los periódicos digitales, ya que a esa misma red puede estar conectado cualquiera, y con los conocimientos necesarios puede acceder a dispositivos desprotegidos, robar información o instalar troyanos y demás malware indeseable.
Una VPN creará un “túnel” cifrado entre nuestro dispositivo y los servidores del proveedor de VPN elegido, desde donde accederá al contenido deseado, protegiendo intimidad y datos por igual al ser nuestra dirección IP la del servidor VPN a todos los efectos.
Además, algunas VPN cuentan con un plus de cifrado, lo que añade protección extra, aunque no sea esa capa extra de seguridad lo más interesante del servicio, mayor protección siempre es bienvenida.
Y para terminar recuerda, uno de los aspectos más importantes a la hora de decantarnos por una u otra VPN es la solvencia del proveedor, ya que de nada sirve proteger nuestra conexión si aquel a quién confiamos nuestra seguridad no es cien por cien fiable.