España podría ver cómo se deteriora su prima de riesgo debido a los recientes acontecimientos políticos internos, los cuales parece improbable se resuelvan tan rápidamente como en los próximos días.
El primer test sobre el alcance de este asunto lo tendremos en la subasta del Tesoro del jueves, ya que emite una nueva referencia de Bonos 5 años, bonos ligados a inflación 2024 y bonos a 2029. El diferencial con Italia podría estrecharse desde 55 p.b. hacia aprox. 40 p.b. por ampliación de la prima de riesgo española. Eso probablemente significaría que con Alemania podría ampliarse desde 115 p.b. hasta unos 130 p.b. Pero esto dependerá de la forma en que intervenga el BCE para contrarrestar o no lo que sería unan tendencia natural.
El euro podría verse algo afectado por la política interna en España. Desde el viernes se ha depreciado 1,183/$ hasta 1,176/$ y probablemente se depreciará algo más a lo largo de la semana. Y a partir de ahora el Ibex debería seguir evolucionando peor que el resto de bolsas europeas. Esto ya ha venido sucediendo en las últimas semanas de manera preventiva, pero a partir de ahora se hará más evidente. Hoy podría retroceder -2%, por dar una aproximación.
Es probable que no se trate de un golpe inicial con recuperación inmediata, sino más bien un deterioro relativo progresivo debido a incertidumbres sobre la gestión de las finanzas españolas (insuficiente respaldo político a los Presupuestos 2018, control del déficit fiscal, capacidad para reducir el ratio de deuda/PIB…) y también al impacto que la inestabilidad política llegue a tener sobre el Consumo Privado y la Inversión Empresarial. Y se abre un riesgo de contagio desde España hacia Italia, donde celebran elecciones en 2018 con un panorama político también confuso. Este debilitamiento del mercado español (bolsa, prima de riesgo, influencia sobre el euro) podría extenderse algún tiempo.
Regresando al plano global, este (también) debilitamiento del conjunto del mercado (no ya desde la perspectiva de España) al que aludimos al principio se deberá a las siguientes 4 razones:
- Probable toma de beneficios suave y espontánea tras 2 semanas consecutivas razonablemente buenas.
- La macro no dará el mismo respaldo que las 2 semanas anteriores. El ISM Manufacturero americano hoy y empleo también americano a el viernes serán algo flojos.
- Yellen habla el miércoles y varios consejeros de la Fed también a lo largo de la semana, siendo probable que se reafirmen en la reciente línea más bien hawkish o dura. Es improbable que lo que digan ayude en algo. (iv) Incertidumbre sobre las revisiones de ratings que coinciden este viernes: Francia (S&P), Italia (Moody’s), Estados Unidos (Moody’s) y España (DBRS). Sobre todo después de que S&P mantuviera a España en BBB+ el viernes pasado, a pesar de que en circunstancias normales muy probablemente habría subido hasta A- (ver comentario en apartado Entorno Económico).
En el mejor caso cualquiera de los 4 desenlaces anteriores será neutral para las bolsas, pero de todas formas es difícil identificar algún factor impulsor que facilite nuevos avances. A corto plazo, esta semana, el tono es más frágil. Sin embargo, el fondo del mercado desde una perspectiva global no ha variado: la actitud más proactiva de la Fed refuerza la percepción sobre la solidez del ciclo económico, los riesgos geoestratégicos (Corea del Norte) permanecen pero no parecen inminentes y las operaciones corporativas (M&A) son más frecuentes.
Éstas suelen intensificarse al consolidarse un ciclo expansivo y unas bolsas al alza. Sobre todo en este ciclo caracterizado por una financiación muy barata.
La volatilidad no aumenta (VIX < 10%) y tiene lugar una complaciente aceptación del riesgo. El buen tono del ciclo y del mercado ha reducido el “riesgo percibido sobre los activos de riesgo”.
Por eso, aunque esta semana sea floja deberíamos pensar que incluso las incógnitas políticas terminan viéndose superadas por una realidad de fondo constructiva.