Las acciones de PRISA han llegado a sufrir un castigo del 7% durante los primeros compases de la negociación, aunque las caídas se moderan ligeramente hasta un 5% y 65 céntimos de euro. En lo que va de año, el valor sube todavía un 15%, revalorización que ha permitido impulsar la capitalización bursátil hasta los 460 millones de euros.
Por su parte, las acciones de Vivendi subían un ligero 0,47% en la bolsa parisina, hasta alcanzar los 11,69 euros.
El castigo de hoy llega después de conocerse que la francesa Vivendi ha desistido de la solicitud al Gobierno para que le autorizara a comprar acciones de Prisa hasta llegar al 29,9% de su capital social, el máximo legal para no tener la obligación de lanzar una oferta pública de adquisición (OPA).
En un comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) Prisa explica que “su accionista Vivendi le ha informado de que ha desistido de la solicitud para la obtención de autorización del Consejo de Ministros a la adquisición de acciones de Prisa representativas de hasta un 29,9% de su capital social”.
El grupo francés entró en el accionariado de Prisa, donde posee un 9,94%, en enero de 2021, cuando compró su participación al banco HSBC. El principal accionista de Prisa es el fondo Amber Capital, liderado por el inversor francés Joseph Oughourlian, con una participación del 29,84% en el grupo de medios.
El pasado 25 de octubre, Vivendi presentó ante la Subdirección General de Inversiones Exteriores del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, una solicitud para la obtención de autorización del Consejo de Ministros a la adquisición de acciones de Prisa representativas de hasta un 29,9% de su capital social.
Este movimiento era obligatorio porque el Gobierno de Pedro Sánchez aprobó en 2020 una ley que obliga a las empresas extranjeras a solicitar autorización para comprar participaciones significativas en empresas cotizadas españolas consideradas de carácter estratégico.