“En 2024 esperamos unos mercados tanto de bonos como de acciones que empiecen a descontar futuras bajadas de tipos por parte de los bancos centrales, en un escenario de bajo o nulo crecimiento y con la inflación a la baja”, opina Juan José Fernández-Figares, director del departamento de Análisis de Link Securities. “En los últimos meses de este ejercicio los inversores deberían ir posicionándose tanto en renta fija como en variable, ya que la primera mitad del año puede ser buena para estos mercados”.
“Vamos a tener un 2024 con mayor tranquilidad en política monetaria, que ha sido el principal foco de riesgo”, abunda Gonzalo Sánchez, director de inversiones de Gesconsult. “Si a esto le unimos que, por lo que estamos viendo los resultados no están siendo del todo malos a pesar de un escenario macroeconómico complicado, sobre todo en Europa”, el resultado puede ser “tener un 2024 que en términos de Bolsa sea bueno por la parte de tipos de interés y con una cierta recuperación de los beneficios por acción en la segunda parte del año”. Podemos tener un 2024 bueno de bolsa”, insiste, mientras que en la renta fija se vislumbra “una de las mayores oportunidades que ha habido en los últimos 12 o 15 años, más o menos”. “La verdad es que la situación es inédita”.
“Si algo caracteriza este ciclo para los inversores es la baja visibilidad”, avisa, no obstante, Alberto Roldán, director general y de inversiones de Metagestión. “Hacer apuestas generalistas tiene un riesgo enorme de no alcanzar las expectativas”. “Lo ocurrido este año y en 2022 son un claro ejemplo”.
“El mercado sigue muy cortoplacista por lo que no nos equivocamos si la gran apuesta para 2024 viene marcada por el growth, con todo lo que ello implica”. En Metagestión “ponemos el foco en dos ideas claras: valor y largo plazo traducidas en una apuesta por small caps y emergentes. Lo que estamos viendo con las small caps, cotizando a niveles mínimos en su valoración y en su comportamiento relativo no tiene el más mínimo sentido, justo cuando la calidad la tenemos precisamente en ese nicho de mercado”.
Bancos y renovables, cara y cruz en 2023
Centrándose en la Bolsa española, el sector bancario ha sido el gran protagonista del año en el IBEX 35, navegando a favor de corriente gracias a las subidas de tipos de los bancos centrales. Aunque parece que las tasas podrían haber encontrado su techo, los valores bancarios todavía podrían tener margen para subir, pero más limitado. “Los bancos llegan con algo de agotamiento en su mensaje”, cree Roldán. “El tramo final de año nos deja tipos a corto más altos con un diferencial respecto al Euribor 12M que anticipa que si efectivamente hemo hecho pico en política monetaria, a los bancos les va a costar cada vez más financiarse y con ello seguir aumentando sus diferenciales”.
“A pesar de ello vienen de un estado de depresión tan grande que no me sorprendería que el mercado siga premiando un sector que no tiene nada de crecimiento, valoraciones ya justitas y mucho riesgo regulatorio”, matiza el experto de Metagestión, que avisa también de la “tensión latente entre Gobierno y entidades financieras”.
Una opinión similar tiene Fernández-Figares, que piensa que “los márgenes y los resultados de los bancos no van a poder mantener el año que viene el ritmo de crecimiento que han tenido en 2023”. “Al parón económico, que conlleva menos negocio y mayores moras, se unirá el hecho de que comenzarán a pagar más por sus pasivos (remunerar los depósitos). Aun así, las valoraciones de las entidades siguen deprimidas en términos relativos históricos si nos atenemos a los múltiplos a los que cotizan”.
Si la cara han sido los bancos este año, la cruz han sido las renovables, que han registrado bruscas caídas. Y todo parece indicar que seguirán sin ver la luz. “Hasta que no se vea una clara tendencia a la baja de los tipos de interés va a ser complicado que reaccione en Bolsa, ya que las rentabilidades de sus proyectos se ven penalizadas al trabajar estas empresas con elevados apalancamientos”, apunta el experto de Link Gestión. “Creo que hay que esperar para posicionarse en el sector. Además, el sector empieza a estar muy sobrepoblado, lo que encarece los proyectos por la competencia”.
“Es un tema de crecimiento desaforado y costes”, resume Roldán. “Somos escépticos con su capacidad de aflorar valor, pero al menos hay un pipeline que si se ejecuta bien puede dar recorrido al sector”.
Las apuestas para 2024
Eso no significa que no haya oportunidades en España. Gonzalo Sánchez de Gesconsult apuesta por “valores con una cierta duración, que son valores que han sido penalizados bastante durante los últimos dos años”. Por ejemplo, “Sacyr es una opción muy buena” en su opinión. “Estamos hablando de una compañía prácticamente concesional al 100% con unos activos que no tienen un riesgo claro de demanda”. Cellnex sería “otra compañía muy interesante” tras haber sido una de las que más ha sufrido con las subidas de tipos. “La verdad es que el mercado ha sobrepenalizado esa subida de los tipos de interés que realmente no le afecta tanto por la capacidad que tiene generación de caja para repagar deuda y, por tanto, no tener tanto problema de intereses”. “Es una compañía que en operativo va extraordinariamente bien, algo que no se ha visto reflejado hasta ahora”.
En el Mercado Continuo, apuesta por Vidrala, “con un negocio muy estable y que al igual que otras compañías industriales a nivel europeo ha sufrido un problema de stocks” desde la pandemia. Sin embargo, “la normalización va a llevar a que el 2024 sea un año de volúmenes más o menos decente” para una compañía que está “extraordinariamente barata”. A Sánchez también le gusta CAF, que “a nivel operativo lo está haciendo muy bien”, pero que se ha visto lastrado por un tema bastante concreto de cadena de suministros.
Wall Street, la vida sigue igual
En Wall Street, el inicio de año podría no traer demasiados cambios especto a lo visto en 2023, con los grandes pesos pesados como protagonistas. “Hay una industria pasiva encabezada por bancos y grandes gestoras que no se va a desviar de su tesis sobre y alrededor de los Siete Magníficos [Apple, Microsoft, Meta, Amazon, Alphabet, NVIDIA y Tesla]”, considera Roldán. “Como valores de crecimiento que son, lo van a hacer bien con los inversores descontando tipos de interés más bajos”, añade Fernández-Figares. “Además, en general, sus negocios suelen defenderse bien en entornos macro complicados como los que esperamos”.
Sánchez apuesta especialmente por Alphabet, con el negocio del buscador (Google) creciendo a doble dígito. Si bien parece más retrasado que rivales como Microsoft en el desarrollo de la inteligencia artificial, el analista apunta que “el mercado es enorme y Google va a ser uno de sus grandes jugadores”. También le gusta Meta (Facebook), a pesar de que ha subido mucho este año. “La publicidad, que es lo que le causó muchos quebraderos de cabeza en el pasado, lleva tres trimestres de franca recuperación”, recuerda.
Fuera de los grandes nombres, “muchos inversores seguirán dando palos de ciego buscando unicornios en la IA o en temáticas similares”, cree Roldán. “Mientras esto ocurra, a las estrategias más minoritarias les va a costar aflorar valor y obtener premio. Sin embargo, hay que saber diferenciarse y apostar por aquello donde de verdad hay valor oculto”.
La renta fija, ¿oportunidad?
Si se pone el foco en la renta fija, Roldán, de Gesconsult, recuerda que “hemos vivido un periplo histórico por la verticalidad de las subidas”. “El mercado ha pasado de despreciar un activo que literalmente era ‘no invertible’ a volver a mirarlo con interés creciente. Hemos pasado de la fiebre de las letras a tipos a largo y una estabilidad en crédito que permiten hacer una cartera con mucha opcionalidad”. El experto cree que “para los que busquen riesgo, jugar duración apostando por el pivotaje de los bancos centrales es una opción atrevida pero interesante”, mientras que “para los que busquen seguridad, pueden invertir sin demasiado riesgo con yields muy atractivas”. “Aun así, hay que tener en cuenta que el ciclo por la parte del crédito no pinta demasiado bien y los diferenciales están en mínimos”.
“Hay buenas oportunidades si se eligen buenos emisores y se va a vencimiento”, abunda Fernández-Figares. “No obstante, creo que continuará la volatilidad del precio de estos activos, al menos por un tiempo, hasta que los tipos comiencen a bajar de forma consistente”.
Nueva normalidad en el petróleo
Si hacer previsiones a futuro siempre es complicado, en el caso de materias primas como el petróleo lo es aún más, debido a su vinculación a riesgos geoestratégicos en los que es complicado medir el alcance.
“Predecir lo que va a pasar con el precio de esta materia prima es muy complejo”, explica Fernández-Figares respecto al crudo, “ya que el mercado está totalmente intervenido, tanto por los productores, que limitan su oferta, como por los países consumidores, que siguen ‘dopando’ el consumo con ayudas”. “En mi opinión, precios alrededor de los 80 dólares el barril pueden ser la nueva norma (antes eran precios de 60 dólares)”.
Para Roldán el petróleo “es sin duda una de nuestras grandes apuestas”. “Una cosa es el mensaje contrario de la sostenibilidad y la literatura apocalíptica del cambio climático, y otra la realidad que nos demuestra fehacientemente que sin fuente de energía primaria el mundo literalmente se paraliza y después se hunde”.
“Otra materia prima que lo está haciendo bien es el oro, que está sirviendo de refugio a muchos inversores a pesar de los altos tipos de interés, que suelen jugar en su contra”, apunta Fernández-Figares. “Si el dólar se debilita, lo debe seguir haciendo bien”.