¿En qué consiste el canje de preferentes aprobado por Repsol?
¿Es una buena operación para el inversor minorista?
Son lentejas para los titulares de preferentes. Otra cuestión es para la compañía. “Es benigno para Repsol”, dice Javier Flores, responsable de Análisis de ASINVER, que da en la clave de lo que sucede con todo lo que lleva asociado el “estigma” de las preferentes. Las empresas “ofrecen unas condiciones de recompra ventajosas para ellas mismas” teniendo en cuenta que “para el inversor minorista que estaba preocupado y no quiere tener ese producto” lo que quiere es deshacerse de él.
“No me parece atractivo, sobre todo, por una cuestión de timing”, asegura Carlos Ladero, analista de WallWood Spain, que abre la veda de la inflación, ahora por los suelos, pero con más que posibilidades de repuntar con fuerza a tenor del exceso de papel que sufren las economías. “Si la inflación se va al 5% no sería recomendable”.
En términos generales, Flores recalca asimismo que “la remuneración que les supone es siempre menor ahora con los bonos que con el tema de las preferentes”.
En ese mismo periodo de tiempo, una década, la comparativa es nefasta para la petrolera. El bono español a diez años no abandona la cota del 4,5% de rentabilidad aproximada, mientras que Repsol ofrece un 3,5% a pagar trimestralmente.
¿Es obligatorio el canje?
No lo es, independientemente del porcentaje de aceptación, según han confirmado fuentes de Repsol.
¿Hay excepciones?
Sí, al parecer, tal y como comenta Ladero. “A algunos clientes les están ofreciendo el 90% en liquidez”, ahora bien, son a algunos clientes que compraron sus participaciones preferentes a través de La Caixa y es, en teoría, una decisión adoptada por la entidad. (Ver: Indicadores Repsol)
¿Se puede negociar con Repsol entonces? No, dado que su decisión, transmitida a la CNMV es oficial e inamovible. En este caso, son los distribuidores los que deciden motu proprio quedarse con los bonos y serán ellos los que decidan sobre su futuro a la hora de venderlos o canjearlos en el momento de su vencimiento.
Ejemplo práctico del canje
Si usted tiene 100.000 euros invertidos en participaciones preferentes se le dará 97.000 en el canje, “mitad en cash, mitad en bono”, apunta desde Auriga Bonos. “Los bonos acumulan una importante subida desde el 83% hasta el 95% actual en tan sólo unos meses” cuando Repsol comenzó a dar los primeros trazos a esta conversión.
De los 1.000 euros nominales que son las preferentes van a dar 475 euros en efectivo y por el restante 'obligarán'n a suscribir bonos, por valor de 500 euros sobre ese nominal, al 3.5%.
¿Qué representan los gráficos de los bonos? No cotizan, apunta Ladero, sino que se trata de porcentaje sobre un total que es un 100%. Este el nivel clave a establecer y, en el momento, en el que se encuentre por debajo es que los bonos presentan un descuento y, en caso contrario, por encima, supone una prima. ¿Se han dado casos? Por lo visto sí –aunque no sea la situación de la petrolera- en bonos comprados en el momento en el que la prima de riesgo se encontraba en 500 puntos básicos con el riesgo de compra que ello suponía.
Un bono cuesta 1.000 euros. Actualmente, Repsol tiene dos bonos cotizando, una emisión B y otra C, según su denominación.
¿Los bonos se pueden vender en mercado secundario?
Muchos analistas apuntan a que la ventaja del canje es la “liquidez” que aportará a los actuales preferentistas, pero esto no debe llevar a engaño. ¿Tendrán mayor liquidez? Obviamente teniendo en cuenta que las preferentes son deuda perpetua y los bonos, no. ¿Pueden ser vendidos en cualquier momento? Tampoco. Repsol y sólo la compañía es la que podrá decidir el momento de su venta.
¿Por qué decide Repsol este tipo de canje…?
…¿y no dar todo en efectivo? “No tendrá suficiente liquidez”, apuntan desde Auriga Bonos. Eso sí, con esta conversión la petrolera liquida las últimas preferentes que tenía en el mercado.