Fernando Teixera dos Santos, ministro de Finanzas del Gobierno socialista de José Sócrates en 2011, ha explicado a la cadena de televisión SIC que fue “inevitable optar por lo que era la única solución al alcance del país” y que fue hacer pública su postura a favor del rescate y así forzar la solicitud de ayuda.
Así, tras reunirse con los principales banqueros lusos el 4 de abril: “Estaban muy preocupados por las condiciones de financiación de sus entidades y también por la solvencia del Estado. Les dije que, mientras fuera ministro de Finanzas, no permitiría que el país cayese en bancarrota”. Dos días más tarde, tras una subasta en la que se exigió al país rentabilidades de entre el 5% y el 6% y tras no lograr convencer de nuevo a Sócrates, Teixera dos Santos se decide a actuar.
Su jefa de prensa se pone en contacto con el diario Jornal de Negócios y les ofrece la posibilidad de comentar dicha subasta. Entonces, los periodistas le preguntaron si Portugal debía ser rescatada y el ministro, por correo electrónico, responde que, a su juicio, el país debe pedir ayuda externa. Estas declaraciones, finalmente, obligan a Sócrates a anunciar esa misma noche la solicitud formal de asistencia a la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
S.C.