El sector europeo de las aerolíneas está viviendo un 2024 muy complicado en Bolsa, con caídas generalizadas de las que solo parece estar librándose IAG. Y algo más que eso: con una espectacular subida de un 72% en lo que va de año, incluso ha recuperado niveles que no pisaba desde que comenzó la pandemia de Covid-19. ¿Por qué este comportamiento tan diferencial?
Los retrasos en las entregas de nuevos aviones, especialmente por parte de Boeing, se han convertido en un quebradero de cabeza para el sector de las aerolíneas, ya que se ven obligadas a utilizar modelos más antiguos que son más costosos de mantener y consumen más combustible.
El presidente ejecutivo de Lufthansa, Carsten Spohr, advirtió recientemente que la aerolínea ahora espera un retraso de cinco años en las entregas de sus Boeing 777X. “No esperamos recibirlos hasta 2026. Y los necesitamos”, llegó a señalar. La compañía está perdiendo hasta 550.000 dólares por vuelo en su ruta de Frankfurt a Beijing como resultado de volar aviones más viejos con pocos pasajeros, según un informe de Bloomberg, al tiempo que lucha contra la competencia de las aerolíneas chinas que sobrevuelan el espacio aéreo ruso.
Y lo peor podría estar por venir. Los retrasos en las entregas podrían ser más graves en 2026, ya que los problemas actuales en la cadena de suministro afectan la producción de nuevos aviones. La buena noticia es que recibirán un impulso financiero el próximo año por los precios más bajos del combustible para aviones si reducen la cantidad de coberturas que tienen.
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Pero por ahora no es suficiente para los inversores. Solo IAG está experimentando un aumento sustancial de sus acciones, ya que sigue fortaleciéndose en el mercado del Atlántico Norte y se enfrenta a menos retrasos que sus rivales. Y eso que no es ajeno del todo a los problemas: debido a los retrasos en la entrega de piezas de motor Rolls-Royce para sus aviones Boeing 787, la aerolínea ha cancelado los vuelos entre Gatwick (Londres) y el JFK (Nueva York) de diciembre a marzo. Sin embargo, British Airways anunció que el próximo verano operará un número récord de vuelos a Norteamérica.
Resultados del tercer trimestre y potencial en Bolsa
Esta situación se está dejando notar en los resultados del tercer trimestre que presentaron recientemente las compañías.
IAG
Las ganancias operativas de IAG para la temporada alta de verano aumentaron algo más de un 15% respecto al mismo período del año pasado, hasta 2.013 millones de euros, sorprendiendo gratamente a los analistas.
Las acciones de IAG marcaron máximos anuales el pasado 25 de noviembre en 3,05 euros, alcanzando la cota de los 3 euros por primera vez desde marzo de 2020, cuando la pandemia de Covid-19 se tradujo en un desplome de las acciones de las aerolíneas mundiales. El valor sube un 72% en lo que va de año, una revalorización que se extiende al 84% si se compara la actual cotización con los 1,647 euros de sus mínimos del 18 de enero.
Los analistas fundamentales dan un potencial moderado al valor, con una recomendación de ‘comprar’ y un precio objetivo de 3,07 euros por acción, solo ligeramente por encima de la actual cotización.
Lufthansa
La situación de IAG contrasta con la que está viviendo Lufthansa. Las acciones de la aerolínea alemana han caído un 28% desde diciembre del año pasado, cuando llegaron a tocar 8,585 euros. La buena noticia es que rebotan un 15% desde que el 5 de agosto marcasen mínimos en 5,384 euros.
De cara al futuro, los analistas recopilados por Reuters dan al valor un consejo de ‘mantener’. Aunque el potencial alcista es del 14% hasta los 7,03 euros por acción del precio objetivo, este nivel está por debajo de los mencionados máximos del año pasado.
Durante su última presentación al mercado, Lufthansa presentó un beneficio operativo de 1.300 millones de euros, por debajo de los 1.500 millones del tercer trimestre del año pasado.
Air France-KLM
Un peor aspecto muestra incluso el gráfico bursátil de Air France-KLM, que marcó mínimos de 7,14 euros el pasado 21 de noviembre. Los títulos han caído un 46% desde que en diciembre del año pasado marcaron máximos de 13,96 euros.
Tras este castigo, el potencial que le dan los analistas es de un 42% hasta recuperar al menos los 10,69 euros a los que fijan de media el precio objetivo. La recomendación mayoritaria es de ‘mantener’.
El beneficio operativo del grupo cayó en 162 millones de euros en el tercer trimestre, hasta los 1.180 millones de euros, por debajo de las previsiones de consenso de 1.240 millones de euros.
Ryanair
Por su parte, el beneficio después de impuestos de Ryanair en el tercer trimestre alcanzó los 1.430 millones de euros, cayendo un 6% interanual. Y eso que, a pesar de los múltiples retrasos en las entregas de Boeing, el tráfico creció un 9% interanual. La reina de las low cost espera que su previsión de tráfico para el ejercicio fiscal 2025 crezca un 8%, siempre que no se agraven los actuales retrasos en las entregas de Boeing.
Las acciones de Ryanair cotizadas en Irlanda bajan un 3,5% en lo que va de año, pero rebotan un 37% desde que en julio marcaron unos mínimos anuales de 13,41 euros. Los máximos anuales datan de abril, cuando llegaron a 21,80 euros (-15,6% desde entonces).
Los analistas recopilados por Reuters dan un potencial alcista del 13% para Ryanair, con una recomendación media de comprar y un precio objetivo de 20,8 euros.