Como avance tecnológico, el informe destaca que "Bitcoin cubre eficientemente una demanda explícita de la sociedad digital, pues permite pagos totalmente interoperables, sin tasas ni comisiones por transacción (al menos de momento) en un comercio electrónico sin fronteras territoriales".
Entre sus ventajas, combina "técnicas criptográficas robustas que garantizan la seguridad en las transacciones", convirtiéndose en "una fuente de inspiración e innovación en la creación de productos y servicios de pagos electrónicos". No obstante, aunque se entienda únicamente como un medio de pago, BBVA Research critica que "Bitcoin no ofrece hoy la confianza necesaria para competir con alternativas más tradicionales”.
El anonimato de los propietarios ha fomentado el uso de este instrumento en operaciones relacionadas con la financiación de actos ilícitos, como el terrorismo o el narcotráfico. Por este motivo, cada vez son más los expertos que piden que Bitcoin se someta a las mismas normas contra el blanqueo de capitales que surgieron en la década de los 80 para frenar este tipo de operaciones a través del dinero electrónicos.
También es necesario regular los operadores y las casas de cambio que operan con Bitcoins para garantizar la seguridad tanto de los inversores como de los consumidores finales. La solución que propone el informe es simple: "aplicar normas ya existentes en el sector financiero tradicional que ya se aplicaron para resolver los mismos problemas de falta de credibilidad y confianza a los que ahora se enfrenta el Bitcoin".
L.G.