Dos de las principales tecnológicas del mundo, Amazon y Tesla, no pagan dividendos a sus accionistas, y aún así son empresas que siguen resultando atractivas para los inversores.

La compañía dirigida por Jeff Bezos, y que según el informe anual Tech 100 de Brand Finance se sitúa como la empresa tecnológica más valiosa, nunca ha pagado dividendos en efectivo a sus accionistas, y actualmente tampoco ofrece ningún plan de compra directa de acciones.

Sin embargo, atrae a sus posibles inversores recurriendo a otros incentivos. En primer lugar, por el aumento en el valor de la acción. Generalmente, las entidades que no pagan dividendos suelen aumentar su valor a un ritmo más rápido que las que sí lo hacen, debido a que gran parte del dinero que podría estar destinado a los dividendos acaba siendo reinvertido en la empresa. 

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Esto produce un proceso de revalorización de la compañía, con un mejor funcionamiento, así como un aumento significativo en el precio de sus títulos. Por lo que el beneficio que pueden obtener sus accionistas no deriva de ese dinero que pueden recibir periódicamente a través de los dividendos, sino del que pueden percibir tras la venta de sus acciones.

Muchas empresas que no declaran dividendos reinvierten una gran parte de sus ganancias en I+D y lanzan nuevos proyectos que pueden proporcionar un valor aún mayor para sus accionistas a largo plazo.

Algo similar ocurre con Tesla. Desde que la empresa dirigida por Elon Musk cotiza en la bolsa neoyorquina, en julio de 2010, no ha desembolsado dividendo alguno a sus accionistas.

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En el caso de ambas compañías, el precio alto de la acción significa que cualquier pago de dividendos significativo supondría un coste muy alto para la empresa, y se interpondría en otras de sus funciones, como adquisiciones necesarias que cumplan los requisitos y estándares de calidad, la inversión en operaciones en curso y el pago de la deuda acumulada.

Estas dos grandes tecnológicas confían en que el valor (y la revalorización) de sus acciones contribuyan a su continuo crecimiento, que a su vez sirva para la atracción de más y mejores inversores.