Cinco compañías están listadas en la Bolsa de Madrid dentro del sector de energías renovables: Solaria, Audax, Grenergy, Solarpack y Soltec. Todas ellas, salvo Audax, acumulan caídas en lo que va de año, descensos que van del 21% en el caso de Solarpack, al 6% de caída que registra Grenergy. En opinión de María Mira, analista fundamental de Estrategias de inversión, la corrección desde enero, para el sector en general, se justifica por una escalada anterior demasiado rápida.
Y es que, al contrario de lo que sucede en 2021, todas ellas salvo Audax, cerraron 2020 con fuertes revalorizaciones. Solaria subió el pasado ejercicio un 247%, por la subida de casi el 158% de Grenergy y por encima del 121% de Solarpack. El avance de Soltec en solo dos meses, desde que a finales de octubre salió a bolsa, fue del 146%.
Desde la victoria de Joe Biden en las elecciones de EEUU el pasado mes de noviembre, los inversores comenzaron a movilizar su capital hacia el sector de las renovables debido al plan de la administración demócrata de darle prioridad a este tipo de energía. “Es cierto que el sector hará de palanca en la recuperación y está siendo el foco de atención por parte de los gobiernos, y los resultados por el momento acompañan, pero no todo es vía libre, crecimiento y ningún riesgo”, indica Mira.
Parece que ahora los inversores toman aire y analizan un poco más en profundidad los aspectos a favor y en contra. Mira pone como ejemplo la deuda de estas compañías, con posibles ampliaciones de capital para poder seguir financiando el crecimiento, a lo que se suma unos precios medios por debajo del mercado en las nuevas subastas de renovables. “No todo vale porque a largo plazo las prisas no son buenas”, añade.
Sin embargo, las perspectivas para el sector a largo plazo siguen siendo buenas, con previsiones de crecimiento en el negocio eólico, solar, o de hidrógeno. Los costes de producción se han moderado mucho, pero el precio de venta también, a la vista de las subastas y los PPAs. “Hay que encontrar un equilibrio para mantener una buena rentabilidad. Esto unido a una adecuada financiación que se sostenga a largo plazo y que no estrangule el crecimiento futuro. Ahí estarán las claves del sector”, hace hincapié Mira.
Diego Morín, analista de IG apunta que “el problema está en la fuerte especulación detrás de las energías renovables, donde los intereses de muchos gobiernos para integrar la energía verde han generado un fuerte revuelo, llegando incluso a paralizar contratos ante el fuerte auge de los últimos meses, ya que se estaban produciendo “explotación” de zonas medioambientales. Es decir, se produjo una especie de burbuja”.
Solaria: la principal señalada
Con todo, y de forma general, el sector se enfrenta a caídas desde que comenzó el año. En las últimas sesiones, el foco se ha puesto sobre Solaria, que pierde terreno en el Ibex 35 tras la presentación de sus resultados de 2020 y de su plan estratégico para 2030.
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Solaria obtuvo un beneficio neto de 30,4 millones de euros en 2020, lo que representa un incremento del 27% con respecto al ejercicio anterior. Los ingresos totales del grupo de energías renovables alcanzaron los 53,266 millones de euros el año pasado, con un crecimiento del 54% frente a 2019. El valor ha acelerado sus objetivos de crecimiento en energías renovables desde los 6,2 gigavatios (GW) para 2025 a los 18 GW para 2030.
Para Mira, el castigo para las acciones de Solaria está directamente correlacionado con su elevado apalancamiento. “No es que vea un riesgo elevadísimo de insolvencia ni mucho menos, pero sí una capacidad de nueva financiación muy muy limitada. Sus niveles de apalancamiento limitan mucho la posibilidad de aumentar deuda y por tanto, limitan el crecimiento futuro de Solaria y lo condiciona a la realización de ampliaciones de capital”, explica.
“Ahora mismo, a nivel técnico, se encuentra por encima de los 20,00 euros tras rechazar dicho nivel, por lo que veremos si consigue recuperar los 22,00 euros por título y retornar a los 23,00 posteriormente”, considera Morín.
Siemens Gamesa, Iberdrola o Acciona, valores a vigilar
Morín aconseja prestarle atención a los valores con intereses puestos en energía renovable, cuyos proyectos serán para el largo plazo y podrían crear rentabilidades importantes a los inversores. Apunta a dos compañías que no son puramente “verdes”, como Iberdrola y Acciona; así como el fabricante de aerogeneradores Siemens Gamesa.
Siemens-Gamesa cerró 2020 doblando su valor en el Ibex 35 y ha iniciado este ejercicio en positivo, con avances en torno al 2%. Sobre esta compañía Morín indica que “acumuló un ascenso superior al 70%, con unos inversores que han mirado más al largo plazo, ya que presenta un crecimiento más ágil de cara al periodo entre 2023 y 2025, por lo que sus acciones se revalorizarían con la llegada de nuevas tecnologías”.
“Tiene resistencia cerca de los 40,00 euros y soporte importante en los 31,00 euros, que coincide con la directriz alcista principal después de la corrección vivida, vigilando también la barrera psicológica de los 30,00 euros”, subraya Morín sobre Siemens Gamesa.
Las acciones de Iberdrola, por su parte, han caído por debajo de los 11 euros, con un descenso en lo que va de año que supera el 6%. La atención se fija ahora, según el mismo experto, en los 10 euros por título, “clave para los operadores, por lo que veremos si encuentra en dichos puntos demanda para generar un impulso por encima de los 11,5 euros”.
Con una subida en el año superior al 5%, Acciona encuentra apoyo cerca de los 123,5 euros, acercándose a “un nivel muy importante, que de perderlo podría ir a buscar el soporte de los 120,00 euros. Por la parte superior, sería interesante ver cierres por encima de los 126,50 euros, lo que generaría posibles impulsos si mantiene la primera directriz alcista”, destaca el analista de IG.