Por los fundamentales actuales en 8.000 puntos es bastante sólido, lo que pasa es que si se cambian esos fundamentales y llega un gobierno y sube impuestos o cambia las reglas de juego de los sectores regulados, el suelo se rompe.
No obstante el mercado también está pendiente de la reunión de los países productores de petróleo que tendrá lugar el domingo 17 de abril. ¿Qué se puede esperar de este encuentro? ¿Puede provocar más convulsiones a los mercados?
Llama la atención la depreciación del dólar en las últimas semanas. ¿Esto también es un factor negativo que se refleja en los mercados y en la economía europea? ¿Cómo puede seguir influyendo a la renta variable?
Efectivamente esto es una de las piedras angulares de todo lo que está pasando en el mercado. Creo que la economía mundial, como dijo el FMI, está creciendo, pero es un crecimiento flojo comparado con otras fases económicas del mundo. En ese entorno a todas las economías les interesa tener unas divisas débiles para que sus productos puedan ser vendidos a otros. Ya enlazando todo parece que la Fed ha echado marcha atrás a esa posible subida de tipos. Esto refuerza al euro y eso es negativo para la economía europea en el corto plazo. Lo más importante es que la economía mundial siga creciendo. Si sigue creciendo el juego de divisas más o menos estará estabilizado en los niveles actuales. En el dólar-euro estaremos hablando del 1,10 y 1,15, para estabilizarse ahí. En ese rango la economía europea lo puede hacer bien, pero si hay demanda de Estados Unidos y de los países asiáticos para exportar.
Europa también tiene otros catalizadores negativos como es el Brexit o la vuelta a escena de Grecia. ¿De qué manera pueden afectar estos cisnes negros a la renta variable europea?
En la forma en la que ya afectan. Enrangar a los mercados y fijar unos máximos que sean difíciles de superar. En el caso de Grecia creo que es un tema más importante del que últimamente estamos hablando. Es verdad que el escenario rupturista que veíamos antes de que Grecia pudiera salir del euro o no puede estar no considerado, pero lo que es verdad es que en Grecia va a haber un experimento a nivel mundial y que es un default lo llamen como lo llamen. Lo que pasa es que eso va a ser un experimento para ver qué pasa con los inversores, porque si eso funciona, yo no descartaría que en el largo plazo se aplique a otros países, puesto que las losas de las deudas ahora mismo con los crecimientos que hay a nivel mundial de PIB es complicado que se paguen en algún momento. O se reestructura en plazos o cantidades, o va a ser difícil salir de ese escollo.
En este escenario, ¿cómo ve el sector bancario español en especial? ¿Cree que se puede apostar por algo concreto?
Se puede apostar por situaciones especiales, como por ejemplo por una concentración bancaria. En ese sentido Liberbank o Bankia podían ser valores a tener en cuenta en una posible fusión bancaria, pero nada más que eso. Al final en el sector se le está comiendo el negocio otras áreas de la economía como son las tecnológicas. El propio sector estima que perderá un 25% en negocio por la competencia de las Fintech. En este entorno cabe más reducción de gasto, transformación de los negocios. Por eso habría que apostar por los ganadores. Entonces o se apuesta por los que he mencionado antes o por grupos que tengan todavía parcelas de negocio con países en crecimiento como son los emergentes. Pienso que a medio plazo Santander y BBVA con una pata en Brasil y una pata en México tienen todavía algo que hacer. Es verdad que los países emergentes son los más avezados en asumir nuevas tendencias. Se ha visto en telecoms. En los bancos igual cuesta asumir la expansión de más sucursales. Pero estando ahí el BBVA o Santander, pueden tomar parte en ese proceso.
En cuanto a las correcciones que ha vivido el sector inmobiliario y constructor en los últimos tiempos, ¿podría haber alguna oportunidad para tomar posiciones?
Hablar de sectores ahora es muy complicado. Hablar de sectores tradicionales como el constructor para mí ya no tiene nada que ver. Hay varios grupos de empresas: las que están tratando de absorber los errores que han cometido en el pasado y las que han optado por negocios más estables o concesiones: como Ferrovial o Acciona, que tienen negocios con concesiones a más largo plazo. En ese sentido si hay recortes en esas compañías sí que sería interesante entrar.
Para terminar, en este escenario que desgranamos, ¿cuáles serían los principales activos refugio por los que podríamos apostar?
Activos refugio serían empresas simplemente que tengan rentabilidades por dividendos altas, que tengan unos beneficios recurrentes importantes. Lo único que ocurre es que algunos si hay cambios políticos podrían estar cuestionados. Entonces me centraría más en valores que tienen una actividad que difícilmente se verá afectada por algunos de esos factores como puede ser Inditex. En cierto modo también las empresas de media en España que a poco que aumente la actividad van a mejorar los dividendos y los resultados, las empresas de turismo, que en el medio plazo el movimiento poblacional es una activo importante y van a seguir siendo atractivas. En un tercer grupo pondríamos a las tradicionales típicas como por ejemplo las telecos y utilities. En esta línea apostamos más por las primeras . Hay oportunidades de inversión en Telefónica o en KPM y Deutsche Telekom.