¿Qué consecuencias podría tener que los británicos votaran a favor o en contra del Brexit?
Esa es la razón por la que mucha gente en Europa y alrededor del mundo está preocupada porque las encuestas muestran una situación pareja en cuanto a la decisión. Sin embargo la comunidad considera que el balance se decanta claramente hacia la permanencia. Pero la gran diferencia es que ahora sobre el gran nerviosismo por el número de votantes, por la participación. Si tenemos la media de la participación habitual, la probabilidad del Brexit es alta. Si tenemos una participación alta, como en el referéndum de independencia de Escocia, la probabilidad de un Brexit es mucho más baja. Desafortunadamente, vamos estar observando cuánta gente participa, y la regla general es que cuantos más voten, mayores posibilidades tenemos de quedarnos.
A pesar de esto, incluso si nos quedamos, que es el escenario central, creo que los europeos tendrán que pensar cuál es el futuro de Europa. Independientemente de que seas español, italiano o inglés, se quiere saber qué pasará en los próximos 20 años. Y eso es lo que Europa no ha hecho para el referéndum británico, no nos ha dado una razón para quedarnos. Europa nos ha dado razones para no salir y creo que es esa falta de razones positivas lo que ha sido una decepción.
Creemos que el BCE no tiene la necesidad de ser tan agresivo con su política monetaria como lo está siendo ahora porque la Eurozona ahora está creciendo, mejor que EEUU. Por ello, no necesitamos mayor política monetaria. Sin embargo, las dos caras de la política monetaria es que, por un lado, Europa necesita acceder al crédito y muchos bancos europeos están débiles y son incapaces de dar crédito a sus economías, lo que reduce el crecimiento, la inversión y el empleo. Pero una de las razones por las que están débiles es porque los bajos tipos de interés estrechan sus márgenes. Creemos que la política monetaria del BCE con el quantitive easing y la compra de deuda corporativa en los mercados, podría mantener el desempeño para que los bancos hagan dinero y lo presten a la economía, aunque esto requiere tiempo. Evidentemente no se está debilitando el euro y, por ello, los beneficios de las corporaciones provenientes de la debilidad del euro están reduciéndose porque se mueve entre los 1,13-1,15 dólares. Pero creemos que el BCE no necesita entrar en pánico porque veremos inflación por los precios más altos del petróleo a finales de este año y vemos buen crecimiento en la eurozona en este momento. Por ello, debemos celebrar que Europa lo está haciendo bien de forma global.
Una de las principales posiciones de su fondo Allianz European Equity Dividend es Royal Dutch Shell… ¿no teme el riesgo de las empresas petroleras?
Somos muy positivos con las grandes corporaciones petroleras y con el petróleo en general. Nosotros esperamos una mejora de la demanda de petróleo por los precios bajos. Vemos que la oferta en algunas partes del mundo como el shale de EEUU, Nigeria, Angola… se está reduciendo, lo que está presionando el mercado. Esperamos que el balance del mercado del petróleo entre en déficit para finales de este año, lo que será bueno para deshacernos de estas acciones.
Hay una guerra en Oriente Medio que puede crear volatilidad en los precios del petróleo cualquier día y compañías, como Royal Dutch Shell, con una rentabilidad por dividendo del 7%, con una historia de reestructuración, de movimientos corporativos y con el precio del petróleo aumentando, son un buen lugar para invertir. Nos gusta esta empresa y el sector.
¿Qué opina del mercado español?
Es interesante. Este año creo que España lo hará muy bien. Se va a beneficiar de una gran cantidad de turistas por las dificultades de Grecia, Turquía o el Norte de África. Creo que la Costa del Sol se va llenar de alemanes y británicos, lo que va suponer un espaldarazo a la industria del turismo aquí. Creo que continuaremos viendo dificultades en el sector bancario, que sigue trabajando para sacar del balance el boom inmobiliario, algo que llevará su tiempo, y también podrán tener problemas los que están expuestos a México, Venezuela y Brasil.
Pero cuando miramos el resto de la economía, está habiendo una reestructuración y una vigorización por las políticas y los niveles de mercado están volviéndose más competitivos. Creemos que las tasas de crecimiento de los últimos dos o tres años continuarán porque España está tomándose algunas medicinas de la austeridad que pueden fortalecer su economía. El trabajo duro aún no ha terminado, la deuda soberana permanece alta, el mercado inmobiliario todavía necesita aclarase en muchas partes de España. Pero creemos que los españoles quieren que funcione. Seguimos siendo optimistas, dentro de Europa, con la bolsa española en nuestras carteras de inversión.
¿Ve oportunidades de inversión en el mercado español vía dividendos?
Sí, las vemos. Nos gusta el sector teleco, creemos que es un fuerte generador de caja en el área y también nos gusta el sector de gran crecimiento, con compañías como Inditex, con muchas oportunidades alrededor del mundo. España encaja entre las grandes compañías que están creciendo, parte de una apreciación del capital, que es lo que están buscando muchos inversores, y esto beneficia que las empresas fuertes paguen dividendos atractivos. España es una buena parte del mix de nuestra cartera europea.
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