Los tipos de interés de la Reserva Federal se sitúan en un rango entre el 5,25% y el 5,50%, sus máximos en más de dos décadas. Sin embargo, la última subida fue en julio de este año, sin cambios en las citas de septiembre y noviembre. Todo parece indicar que tampoco habrá variaciones en la reunión de diciembre que arranca hoy, al tiempo que en las últimas semanas se han acelerado las apuestas sobre bajadas el próximo año.
La inflación está disminuyendo más deprisa de lo previsto (el IPC subyacente se situó en el 3,5% en octubre, frente al 3,7% previsto por la Reserva Federal) y la actividad se está debilitando. Si bien el empleo sigue sin dar muestras de debilidad real, parece haber sido suficiente para que el mercado apueste fuerte por rebajas en los tipos de 125 puntos el próximo año.
“Esta semana la Fed tendrá que convencer a los mercados de que la bajada de tipos no está a la vuelta de la esquina”, señala Paolo Zanghieri, economista senior en Generali Investments, que considera que los recortes el próximo año se limitarán a 100 puntos básicos. “La forma de comunicar el compromiso de no recortar pronto será complicada, ya que las amenazas de otra subida no concuerdan con la evolución de los datos”.
En ese sentido, toma un mayor protagonismo la intervención de Jerome Powell, si bien lo más probable es que le sirva de modelo lo que ya dijo el pasado día 1. En ese momento, insistió en que “sería prematuro concluir con confianza que hemos logrado una postura suficientemente restrictiva, o especular sobre cuándo podría flexibilizarse la política. Estamos preparados para endurecer aún más la política si resulta apropiado hacerlo”.
Pero el mercado parece inmunizado a las amenazas de subidas de tipos. “El dilema actual de la Reserva Federal consiste en transmitir un mensaje muy agresivo sin actuar realmente de forma agresiva”, explica Christian Scherrmann, economista para USA de DWS (la gestora de Deutsche Bank).
Además, “la Reserva Federal acabará adoptando una postura más dovish, pero es posible que esto no se produzca hasta finales del primer trimestre de 2024”, apuntan en un informe los analistas de ING James Knightley, Padhraic Garvey y Chris Turner. “La economía estadounidense sigue funcionando bien por ahora y el mercado laboral sigue ajustado, pero cada vez hay más pruebas de que los aumentos de las tasas de interés de la Reserva Federal y el consiguiente endurecimiento de las condiciones crediticias están comenzando a tener el efecto deseado”.
Según los cálculos del banco holandés, “si los precios de la gasolina se mantienen bajos, la inflación podría alcanzar el objetivo del 2% en el segundo trimestre del próximo año, lo que podría abrir la puerta a tasas de interés más bajas por parte de la Reserva Federal a partir de mayo, especialmente si la contratación se desacelera como esperamos”.
ING espera 150 puntos básicos de recortes de tipos en 2024, con otros 100 puntos básicos a principios de 2025.