La decisión de bajar los tipos por parte del BCE tiene distintas ópticas. Por un lado, podemos mirarlo por la parte del crecimiento y el miedo a la deflación o, por otra parte, lo podemos mirar por la parte de la divisa. Por ello, el mercado esperaba una inyección de dinero, más que una bajada de tipos.
Esto es positivo para las compañías europeas, por los costes de financiación y exportación. Pero también es negativo que el BCE vea debilidad en la economía europea. Podíamos jugar esta bajada a través de la renta variable europea.
No recomendamos
fondepósitos por la concentración de riego financiero. Además, la bajada de tipos afectará a la rentabilidad de los depósitos. El sector bancario no es nuestra puesta, preferimos invertir en renta fija diversificando por países.
Los
emergentes siguen siendo una buena oportunidad de inversión de cara al largo plazo. El problema es que están expuestos a los flujos financieros. Están muy expuestos a los tapperings de EEUU, con lo que no sabemos la futura reacción de los mercados emergentes y ahora tendríamos que fijarnos más por países que por regiones. Por ejemplo, tenemos Brasil en América Latina.
Recomendamos invertir en
renta fija con especial exposición a
deuda soberana española, y en
renta variable europea.