De las cuatro materias primas que siguen los
Y es que, todos los indicadores están con el semáforo en rojo advirtiendo de que la tendencia es bajista. A medio plazo, el volumen tampoco acompaña.
Desde el punto de vista técnico, y más corto plazo, resulta favorable “considerar que el proceso de baja en curso forma parte a la definición de una formación triangular, la cual debería llevar el precio del metal debajo de los mínimos de abril pasado en 21.98 dólares, para buscar objetivos más deprimidos en la zona de 21-20.5 dólares por onza, donde el metal encontrará nuevamente soporte de importancia”, explica Rubén j.Ullúa, analista independiente.