El crédito, que está estructurado a través del Fondo para la Financiación de Pago a Proveedores (FFPP) constituido por el Gobierno y 26 entidades bancarias y cuenta con el aval del Tesoro Público, tendrá un gran impacto en el flujo de caja de las empresas acreedoras y les permitirá mejorar sustancialmente su posición de capital. Adicionalmente se reduce la incertidumbre sobre el cobro de las deudas y se reduce el riesgo de retrasos en el proceso, aminorando de manera importante sus costes financieros.
El impacto será especialmente positivo en el caso de FCC, cuya la alta exposición en los municipios es debida principalmente al peso de su negocio de servicios ambientales en España, que en 2011 registró unas ventas de 2.300 millones de euros, un 20% de las ventas totales del grupo. Los 1.400 millones de euros que FCC tiene pendientes de cobro representan el 23% de su deuda neta este año y podrían tener un efecto positivo de valoración próximo a los 4 euros/acción, lo que representa un potencial de revalorización de la acción superior al 30%. Una situación análoga se da en Sacyr y ACS, con potenciales de revalorización del 15% y 5% respectivamente. El impacto es menor en OHL y Ferrovial.
Una situación positiva que no parece que las cotizaciones actuales de las constructoras hayan incorporado a su precio, lo que representa una interesante oportunidad para tomar posiciones en el sector.