Estas decisiones y otras de carácter financiero son esenciales. Sin embargo, los años de experiencia ayudando a miles de inversores a prepararse para su jubilación nos han enseñado que las cuestiones personales y sociales también son componentes básicos de un plan bien diseñado. Es importante que formule con claridad sus prioridades y cómo espera aprovechar el tiempo de cara a esa etapa. Si además tiene pareja, es fundamental acometer la tarea de forma conjunta.

Nos consta que incluso aquellas parejas que han convivido durante décadas a veces ignoran el concepto de jubilación ideal del otro. Algo natural, ya que se trata de un nuevo reto, una aventura en la que antes de embarcarse deberán aclarar cómo esperan disfrutarla los dos miembros de la pareja. Dónde se imagina viviendo o qué espera hacer con su dinero, por ejemplo, son preguntas que pueden orientarle en el camino del ahorro y la inversión, y de este modo elevar la probabilidad de lograr una jubilación plena y más holgada. En los próximos párrafos compartimos algunas reflexiones para entablar una conversación provechosa acerca de sus expectativas y planes de futuro.

Hágalo con tiempo y con frecuencia

Hablar con su pareja sobre la jubilación es un primer paso enorme. Comunicarse abiertamente le servirá para armonizar las prioridades y evitar posibles malentendidos más adelante. Si bien hacerlo con eficacia puede resultar complicado, sobre todo al tocar asuntos delicados, puede seguir estos consejos para que el tiempo y el esfuerzo invertidos merezcan la pena.

  • Empiece cuanto antes: no dé por hecho que ambos comparten los mismos puntos de vista. Aborde la cuestión antes de que llegue el día y sea demasiado tarde. Así descubrirá contradicciones como que uno quiera jubilarse en una casa con jardín y el otro en un piso del centro. Tomarse su tiempo para decidirlo reduce la presión y eleva la probabilidad de alcanzar un acuerdo satisfactorio para ambos.
  • Sea comprensivo: especialmente cuando sus ideas no coincidan, es más probable que la conversación fluya mejor si se pone en el lugar del otro que si se propone ganar el argumento. Formule preguntas abiertas y escuche con atención las respuestas para averiguar qué le importa a su pareja. Logrará un mayor entendimiento mutuo que facilitará los compromisos. Puede recurrir a preguntas como ¿cuál es tu jubilación ideal?, ¿qué es lo que más te preocupa?, ¿qué te haría feliz?
  • No deje de hablar de ello: intercambiar sus expectativas para la jubilación es un proceso continuo, no es posible zanjarlo en una tarde. Muchas parejas lo retoman con cierta periodicidad, dado que es posible que los propósitos y las inquietudes evolucionen con el tiempo, sobre todo si cambian significativamente su salud, su estilo de vida u otras cuestiones personales.

Dónde vivirá

El lugar dónde espera disfrutar de su jubilación es una decisión clave en torno a la cual giran muchos de los elementos del plan. Es útil, por ejemplo, para estimar los gastos que le supondrá y qué actividades llevará a cabo. Sus implicaciones son numerosas, conque le animamos a plantearse las siguientes preguntas para ahondar en el tema.

¿Le gustaría vivir cerca de su familia y amigos? Mantener el contacto con los demás es más importante para unas personas que para otras. Quizás desee seguir cerca de su familia o mudarse a otra ciudad o a una residencia. En este caso le recomendamos que piense cuándo verá a sus allegados y cómo hará nuevas amistades.

¿El clima es importante para usted? Puede que sueñe con retirarse en la playa, el campo o algún lugar cálido. Para ciertas personas esta elección se relaciona con la salud. Además, también puede repartirse entre dos lugares si su presupuesto lo permite.

¿Quiere vivir de alquiler o ser propietario? Hable con su pareja sobre los pros y contras de cada opción. Si dispone de activos líquidos suficientes para generar rentas y planea establecerse en un único lugar, tal vez prefiera tener a su nombre un inmueble. Pero no olvide el tiempo y el coste de mantenerlo, además de los eventuales gastos hipotecarios. Este compromiso puede revelarse como una carga con el tiempo.

¿Cuánto le costará la vida que desea llevar? El coste de la vida varía mucho de un lugar a otro. Le recomendamos considerar todos los gastos potenciales: comida, suministros, salud, ropa, viajes, entretenimientos y cualquier cosa que se le ocurra. Vivir en un lugar con los mejores servicios sanitarios puede ser importante, incluso si conlleva un incremento de los gastos.

Planee lo imprevisto

No es posible prever todas las eventualidades, pero sí contar con un plan B o C por si el A se tuerce. Le damos algunas ideas para mitigar el efecto de las circunstancias que escapan a su control.

  • Anticípese al cambio. En sus proyecciones debe incluir la posibilidad de que más adelante requiera más cuidados o asistencia en casa, así como una atención médica más especializada.

  • Implique a su pareja en las decisiones financieras. Aun cuando uno de los dos dirija el asunto, es esencial que ambos conozcan su situación financiera general. Una exigencia que se revela crucial si algo le ocurre al encargado principal de la economía familiar.
  • Sea flexible. Es probable que algún aspecto de la jubilación no vaya conforme a su plan. Cuando eso pase, intente ajustar su postura y reformúlelo de modo que sea beneficioso para ambos.

Contar con un detallado plan financiero para ahorrar e invertir para la jubilación es fundamental. Pero también hablar con su pareja sobre sus aspiraciones. Lograr el entendimiento requiere tiempo y esfuerzo, pero vale la pena intentarlo en aras a evitar malentendidos, sacar el máximo jugo a su proyecto en común y prevenirles ante cualquier contingencia. Hable con su pareja sobre la jubilación, cuanto antes y a menudo, y construya un futuro más seguro, sólido y feliz para ambos.

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