La economía francesa entró en recesión en el primer trimestre del año tras caer un 0,2%, mientras que la economía alemana registró un crecimiento del 0,1% después del retroceso del 0,7% experimentado en el último trimestre de 2012.
Con el descenso del 0,2% experimentado entre enero y marzo, Francia entra oficialmente en recesión al haber acumulado dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo (en el último trimestre de 2012 su PIB también cayó un 0,2%). El gasto en consumo de los hogares entró en negativo en el primer trimestre (-0,1%) después de haberse mantenido estable en el trimestre anterior. Por su parte, la inversión total siguió disminuyendo entre enero y marzo y amplió en una décima su caída trimestral, desde el -0,8% al -0,9%.
En el caso del PIB alemán, apenas registró una tímida subida del 0,1% después del ajuste de precios, variaciones estacionales y de calendario, tras el fuerte retroceso del 0,7% experimentado en el último trimestre de 2012. El crecimiento del PIB alemán entre enero y marzo se basó casi exclusivamente en la demanda de los hogares, frente al descenso de la inversión.