Ante la caída de los precios del crudo, las petroleras con caja podrían salir de compras, como lo ha hecho Shell al adquirir BG pero, ¿qué petroleras podrían comprar y cuáles podrían ser compradas?
La petrolera española es una empresa pequeña en comparación con las grandes corporaciones europeas. De hecho,
Repsol capitaliza 24.827 millones de euros, frente a los 114.969,89 millones de euros que capitaliza Total, los 86.156 millones de libras de BP o los 110.516 millones de Shell. Esto la convierte en una pieza de caza muy jugosa, aunque
los compradores podrían encontrarse con la oposición del Estado español, que contempla a Respol como una de las empresas españolas por excelencia. Además, Repsol sigue engordando su negocio con adquisiciones como la de Talisman.
Recordemos que a finales del año pasado la compañía presidida por Antonio Brufau llegó a un acuerdo para la adquisición de la canadiense Talisman por 8.300 millones de dólares (6.670 millones de euros) más la asunción de una deuda de 4.700 millones de dólares (3.776 millones). Esta se convirtió en la mayor operación internacional realizada por una empresa española en los últimos 5 años. Sin embargo, se queda pequeña frente a los 64.500 millones de euros por los que Shell adquirirá BG. Además, la oferta de Repsol ascendió a 8 dólares por acción, cifra que suponía una prima del 24% sobre la cotización media de Talisman de los anteriores tres meses. En cambio, Shell no se corta y ha ofrecido una prima del 50% sobre el precio de cotización de BG.
Es otra de las grandes pero, a su vez, pequeñas petroleras europeas.
Su capitalización bursátil asciende a 64.599 millones de euros, lo que la convierte en la acción más pesada del índice FTSE-MIB italiano. Sin embargo, en el sector se coloca a la cola de las petroleras europeas cotizadas. Además su EV/Ebitda es de 4,82, el menor entre sus comparables (media del sector en 6,73), lo que le hace más apetitosa, pues un múltiplo inferior supone que se están generando resultados por encima de la gestión de la empresa.
Ahora bien, su adquisición por parte de otra competidora se encuentra con un claro escollo: la presencia del Estado italiano en su capital. De hecho, su propio nombre completo lo indica: Ente Nazionale Idrocarburi (Corporación Nacional de Hidrocarburos). Con esta barrera por delante, no podemos descartar que, al igual que Repsol, Eni también salga de compras. De hecho,
siempre ha sido manifiesto el interés de la italiana por hacerse con un paquete de Repsol, por ejemplo, si Sacyr tuviera que vender parte de su tarta.
La petrolera británica es como la eterna candidata a ser comprada pero, a la hora de la verdad, nadie la saca a bailar, y eso que su valor en bolsa ha caído en los últimos años. Estos retrocesos se desataron cuando en 2010 la explosión de la plataforma Deepwater Horizon perteneciente al grupo BP en el golfo de México causó el mayor vertido de petróleo de la historia de EE.UU. BP tuvo que hacer frente a los costes de limpieza del vertido y multas por valor de 43.500 millones de dólares (coste acumulado a finales de 2014). Como consecuencia de estos costes extraordinarios el valor de BP en bolsa se redujo un 50% en apenas tres meses y la realidad financiera dejó a la empresa en una comprometida situación, que hizo que
se especulara con su posible adquisición por alguna de las grandes petroleras estadounidenses, como ExxonMobil o Chevron Corporation, o incluso por empresas petroleras chinas, árabes o rusas. Para logar liquidez BP acordó la venta a la estadounidense Apache Corp. de su negocio de producción de crudo y gas natural en EE.UU, Canadá y Egipto. El valor total de estos activos era de 7.000 millones dólares. Hoy por hoy BP sigue sin recuperar en bolsa el precio al que cotizaba antes del vertido y, la caída del petróleo, hace que sea una batalla imposible. Por ello, vuelven a saltar a la palestra los rumores de posible adquisición por parte de otra petrolera más líquida, de hecho, su EV/Ebitda es significativamente más bajo que el de la media del sector: 5,79 vs. 6,72.
El gigante petrolero francés es la petrolera más grande de Europa y otra de las que podrían salir de compras después de años sin permitirse un caprichito. Además,
su objetivo puede apuntar a casi cualquier parte, pues estamos hablando de la quinta mayor petrolera del mundo, con intereses además, en el mercado del gas, la electricidad y el sector químico. Cubre todos los segmentos de la industria del petróleo, lo que le convierte en un monstruo empresarial con hambre.
RATIO EV/EBITDA DE LAS PRINCIPALES PETROLERAS EUROPEAS:
Fuente: Infinancials