Futuros del petróleo está viviendo inmerso en una nueva etapa marcada por la lectura de las noticias favorables y negativas, con avances superiores al 3% en sesiones en las que China da signos de apertura ante su política de Covid 0 y de pérdidas de un calibre similar sin se aprecia el aumento de los inventarios de crudo de Estados Unidos.
Cal y arena, casi a partes iguales que deja el coste del barril en niveles elevados y que, en el caso de Brent ha rozado de nuevo la cota de los 100 dólares, para después bajar, en los últimos días. Y es que la recepción de la inflación y su caída se ha producido a pesar del repunte de los precios del crudo, frente a la caída experimentada en septiembre. En el caso de la energía en general, con un incremento del 1,8% frente al recorte del 2,1% de septiembre. En los últimos 12 meses el repunte es del 17,6% frente al 7,7% general.
Lo más destacable es la mirada del petróleo a China que sigue marcando lo mejor y lo peor. En este caso lo más favorable, porque la relajación de ciertas medidas ante el Covid 0, provocaba, por ejemplo, el viernes pasado una mejora en su precio, por lo que se entiende que elevaría el consumo y la demanda de crudo para lo que es el primer importador de petróleo en el mundo.
Esos pequeños pasos, como reducir de 7 a 2 la cuarentena entre contactos cercanos en los casos y entre los viajeros que llegan, así como la eliminación de las multas a las aerolíneas que transporten a pasajeros que está infectados.
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En su gráfica de cotización, vemos que el petróleo Brent cede algo más de un 1,8% en la última semana mientras que, en el mes precedente, gana más de un 4,5%. En el trimestre, sus avances alcanzan el 2,9% y, en lo que va de año, mantiene subidas en los mercados de commodities del 23,3%.
En cuanto a la perspectiva, vemos que, para el Brent en concreto, desde la agencia de la energía de Estados Unidos se mantiene una expectativa para el cierre del año de 102,13 dólares, que significaría un rally relativo en lo que queda de ejercicio para la materia prima, para colocarse ya, en 2023 en los 95,33 dólares por barril.
Desde DNB Bank, en declaraciones a Bloomberg, destacan que la OPEP+ ve con buenos ojos una estabilización del precio del Brent en los 90 dólares, aunque consideran que existe un riesgo real de que se produzca un ajuste excesivo en los próximos meses.
Mientras, desde Goldman Sachs, a cuenta de la relación de las políticas de Covid 0 por parte de China, consideran que el crudo Brent podría elevarse hasta los 125 dólares el año que viene, aunque como ya le hemos contado su pronóstico medio para 2023 alcanza los 110 dólares, aunque consideran desde el banco de inversión norteamericano que podría elevarse esa cota ante las potenciales interrupciones del suministro desde Rusia hasta Irán.
Según los indicadores técnicos que elabora Estrategias de Inversión el precio del crudo se coloca con 4 de puntuación total sobre los 10 puntos totales a los que puede aspirar en el mercado. Entre lo mejor destaca la tendencia alcista a medio plazo, el momento total rápido, que es positivo, a lo que hemos de sumar el volumen de negocio a largo plazo que se muestra creciente para la materia prima.
En el otro lado, en el negativo, se suma la tendencia a largo plazo, que se mantiene bajista, el momento total lento que es negativo, el volumen de negocio a medio plazo, que es decreciente y la volatilidad o rango de amplitud que se muestra creciente, tanto a medio como a largo plazo.