La incertidumbre sigue marcando el devenir de la marcha del Futuros del petróleo en los mercados internacionales de commodities. Y lo hemos visto más claramente que nunca en la última semana. En especial desde los niveles de 87,19 sus máximos en dos meses y medio, niveles desde los que ha perdido terreno como indican desde IG “debido a un mayor endurecimiento monetario del banco central que podría estrangular el crecimiento mundial y la demanda de energía lo ha llevado hasta ahora a su mínimo actual de abril en 80,26 dólares, casi cerrando su tendencia de marzo a abril en 79.91 dólares, antes de recuperarse.

Es más el pasado lunes fue un claro exponente de esa fuerte volatilidad de la que está haciendo gala el mercado, a cuenta de las pérdidas durante buena parte de la sesión, marcadas por esas preocupaciones que miran a la Fed, de la que se descuenta de forma generalizada una subida de tipos de 25 puntos básicos para la próxima semana, con lo que ello implica de debilitamiento para la primera economía del mundo, con la vista puesta también en los resultados y la aversión al riesgo de los inversores.

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Pero finalmente el precio del crudo subió a cuenta de las vacaciones chinas, esos viejes que llevan de un lado a otro del país e incluso al extranjero a sus trabajadores, que impulsan la demanda de combustible para el mayor importador de petróleo del planeta. Todo ello para quebrarse por debajo incluso de los 80 dólares el miércoles tras las caídas finales de un martes muy afectado por un sector financiero global, en el que la tendencia viene marcada por las caídas en cotización a plomo del First Republic americano.

En su gráfica de cotización vemos que el barril Brent recorta un 3,9% en la última semana, con un mes que se mantiene con ganancias del 2,7%. En el trimestre, vuelven a pintar bastos con recorte del 7,6% y, en el último año, las caídas superan el 7,35%.

Todo cotiza ahora mismo para unas expectativas inicialmente a la baja desde Estados Unidos, desde donde su Agencia de la Energía proyecta un mejor precio del Brent para este verano, en torno a los 87 dólares por barril, unos 20 dólares por barril menos frente a los precios medios del crudo durante el pasado año, pero por encima de la media de los 78 dólares que marcaron en marzo.

Desde ING destacan que los márgenes de refino siguen bajo presión, debido al resultado de la debilidad de los destilados, aunque consideran que “las grietas de la gasolina” también ha comenzado a mostrar una ligera debilidad. Lo hemos visto con las cifras adelantadas por Repsol con ese margen de ganancias en los tres primeros meses del año que ha caído un 17,5% frente a la parte final de 2022.

En cuanto a los futuros del petróleo Brent se mantienen en todos los casos, hasta fin de año, por debajo de los 80 dólares por barril,

Y es que a pesar de que llega la semana de los viajes a China, desde Commerzbank consideran que persiste el escepticismo prolongado, persistente y profundo ante su potencial crecimiento durante el presente ejercicio, que se suma a que, a pesar de los embargos contra el petróleo ruso, sus ventas internacionales a bajo precio se mantienen, y afectan a la cotización del oro negro en los mercados internacionales.

Si miramos a la evolución que marcan los Indicadores de Fuerza Premium que elabora Estrategias de Inversión vemos que el Petróleo pasa de muy débil, desde el pasado día 10 de abril a débil, con un medio plazo que se muestra fuerte, mientras que a largo plazo las expectativas técnicas le marcan un nivel muy débil, con una operativa que indica mantenerse al margen y bajo el riesgo de una falsa ruptura de resistencia.

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