A Pescanova se le agota el tiempo para conseguir el dinero que hará posible su viabilidad y no será fácil para sus acreedores e inversores reflotar este barco que ya hace aguas. Según la auditoría de PwC, Pescanova sería viable con una inyección de 185 millones de euros, aunque luego esta cantidad ha sido ampliada a 250 millones de euros a petición de la banca
. Además, la empresa tiene una deuda financiera neta de 3.660 millones y, según publica la Asociación de Minoritarios de Pescanova, “se están buscando fórmulas mixtas de condonación parcial (quita) y capitalización de deuda para reducir este monto a una cantidad que suponga como mucho 6 ó 7 veces el Ebitda de la empresa para poder cumplir con los intereses bancarios mensualmente. De esta manera, la deuda soportable debería de ser de unos 700 millones de euros como mucho, pues el Ebitda actual (según el plan de viabilidad) es algo superior a 100 millones de euros”.


PRINCIPALES SUCESOS PESCANOVA MARCADOS EN SU COTIZACIÓN:


Con este telón de fondo, las 2 opciones de salida que tiene la compañía gallega para arreglar este desaguisado dejarán grandes perdedores en un juego en el que la antigua directiva hizo trampas:

PROPUESTA DE NUEVOS INVERSORES
Tarde o temprano Pescanova acabará en las manos de nuevos inversores.

Éste podría ser el sino de la compañía en breve, si la banca acreedora acepta alguna de las ofertas presentadas por el grupo liderado por Damm y KKP, o por el integrado por y BlueCrest.
Damm, junto al fondo KKR, Ergon Capital y Luxempart, exigen a los acreedores una masiva quita del 90% de la deuda; aunque Centerbridge y BlueCrest no se quedan atrás y piden una quita del 80%. A cambio de estas quitas, estos fondos ofrecen unas inyecciones de capital de 250 y 300 millones, respectivamente. Los compradores pasarían a ser accionistas mayoritarios de Pescanova, con lo que los actuales inversores podrían ver reducido su peso a un irrisorio 2-5% Por ello, ambas operaciones se denominan “de acordeón”, y desde la Asociación Española de Accionistas Minoritarios de Empresas Cotizadas (Aemec) denuncian que "supondrían la dilución hasta la nada de los minoritarios".
De momentpo, a la banca no le parecen razonables estas proposiciones y esperan que ambos grupos interesados mejoren sus ofertas en estos días.

Otra camino más largo por el que Pescanova acabaría en manos de nuevos inversores vendría después de la recapitalización de la compañía por parte de la banca acreedora. En cuyo caso, la banca se quedaría con Pescanova tras hacer una quita de, al menos, el 60% de su deuda e inyectar 200 millones. De esta forma, la banca acreedora condonaría a Pescanova unos 2.000 millones de euros, pero también los bonistas particulares –que tienen 369 millones del pasivo-, se verían obligados a perdonar parte de lo que les adeuda la empresa gallega. Esta opción también conllevaría otras medidas, como la venta de activos. En este sentido, los minoritarios proponen recapitalizar Pescanova con el dinero obtenido de vender Pesca Chile, valorada en unos 327,9 millones (La noruega Marine Harvest y la canadiense Cooke Aquaculture habrían mostrado su interés ofreciendo hasta 327.9 millones de euros por la compra de ambas filiales). Todo ello, limpiaría y condimentaría Pescanova para presentar un plato de mejor gusto a inversores que quisieran comprarla, por su totalidad, o en partes.


LIQUIDACIÓN DE LA COMPAÑÍA
En caso de que los acreedores y los nuevos postores de Pescanova no lleguen a un acuerdo en menos de dos semanas, la empresa tendrá que ser liquidada. En dicho caso, con el efectivo que se logre de vender sus activos, se pagará a los inversores y acreedores actuales en el siguiente orden (y si llega para todos):

1º- Acreedores con garantía, prenda o hipoteca: donde se incluye la banca, tanto extranjera, como española, debido a que el groso de la deuda contraída con estas entidades proviene de créditos –no de bonos-, como el préstamo de urgencia que las financieras españolas concedieron a Pescanova tras la presentación del concurso de acreedores.
2º- Trabajadores, Hacienda y Seguridad Social: Actualmente Pescanova tiene unos 10.000 empleados distribuidos por todas sus plantas. 1.250 millones en España. además, Hacienda tiene actualmente un expediente de investigación abierto a Pescanova para estudiar la posible evasión de impuestos de la compañía.
3º- Bonistas y acreedores ordinarios: Pescanova tiene bonistas que provienen de la emisión de bonos convertibles por valor de 160 millones que llevó a cabo en febrero de 2012.
4º- Empresas del grupo
5º- Accionistas: desde el 12 de marzo de 2013 las acciones de Pescanova están suspendidas de cotización. La CNMV paralizó su intercambio cuando cotizaban a 5,91 euros y su capitalización ascendía a 169,84 millones de euros. Esta suspensión es indefinida y, por tanto, los accionistas tienen confiscado su dinero en estos títulos. En caso de liquidación de la compañía, serían los últimos en cobrar. No obstante, si no quiere verse en esa tesitura, puede optar por intentar deshacerse de sus acciones mediante una “operación de valor suspendido”. Eso sí, a cualquier precio. Para hacer efectiva esta vía de escape, tiene dos opciones: que la propia Pescanova se haga cargo de los títulos (cosa poco probable) o que alguien se las compre fuera de mercado para especular o cerrar posiciones bajistas, por ejemplo. Ambas opciones son poco viables en la dudosa situación de Pescanova pero, si está resignado a perder, ¿por qué no probar suerte y liquidar sus títulos aunque sea a cualquier precio?