Son temas que están en el mercado que a quiénes tienen que actuar sobre esas circunstancias son los inversores o sus asesores. Las diferentes estrategias con las que se quiera operar. Nuestro mundo es el de tener preparado el territorio, los mecanismos para que pueda desarrollarse con fluidez la actividad. Lo que sí es cierto es que todos estos elementos influyen en la volatilidad por ejemplo también en elementos psicológicos de los inversores y que conducen algunos de estos temas a mayores picos de actividad y demás. Pero en general creo que los mercados son neutros en ese sentido.
Pensando en 2017, ¿cuáles son las perspectivas que manejan?
En cuanto a salidas a bolsa ha habido este año 22 en concreto tanto en el mercado continuo como en el MAB. ¿Qué visión tiene sobre estas salidas? ¿Maneja más operaciones de este tipo de cara al próximo año?
La lista de espera de empresas está muy bien y algunas están en la prensa. Algunas son pequeñas y otras son más grandes y son muy interesantes, de nivel que pueden alcanzar ser de las primeras en volumen y relevancia de las que se pueden hacer en el mundo. De modo que bien. Es una tendencia natural. Simplemente ver el ritmo de lo que se ha hecho este año. Hace diez años no había empresas españolas no financieras que se financiasen en el mercado. Ahora ese número ha ido creciendo exponencialmente. Es un cambio y una transformación muy positiva porque significa un cambio de la composición de los balances, más estabilidad financiera, enriquecimiento de la fuente de financiación, claramente se corresponde con un mayor desarrollo de nuestro sistema financiero en general, de los participantes. De todo el ecosistema desde medios de comunicación, técnicos legales, analistas, el mercado, esto avanza y se consolida afortunadamente.
La rentabilidad por dividendo sigue estando de media en el 4,6%, que es bastante atractiva comparada con otros mercados. ¿Cree que esa tendencia también va a continuar?
Creo que sí. Este es un rasgo singular del mercado español, pero nosotros somos líderes en este tema. Ese deseo de las empresas y esa aceptación de los inversores de entender que el dividendo es una medida de la bondad de la marcha de la empresa y que sea muy apreciado en ese sentido es bueno, consistente, y por otro lado creo que se corresponde en nuestro país con el hecho de que tenemos una red de inversores individuales muy importante. Probablemente la más junto con Italia, de Europa. Eso es relevante puesto que muchos de estos inversores tienen como una estrategia de inversión el que el pago del dividendo sea uno de los motivos a los que dirigen sus recursos. Creo que va a seguir así. Ha sido tradicionalmente muy normal.
La inversión extranjera supera en la bolsa española el 43%. ¿Creen que podría incrementarse el flujo de dinero entrante en la bolsa española?
Es muy elevado no solamente en términos de propiedad de las acciones de las empresas cotizadas, que estamos por encima de ese 43%, sino que además en la fluidez, en la liquidez con la que se opera todos los días estamos entre el 75% y el 80% de todo el volumen que se mueve en el mercado, que proviene de no residentes. Es un mercado tremendamente internacionalizado, como está sucediendo con la actividad de las propias empresas que cotizan. Todo eso es muy sano. Creo que puede seguir y a estos niveles ya son muy elevados y por tanto las modificaciones no deben ser espectaculares, pero mientras que haya confianza en la estructura jurídica española y en la marcha de las empresas en su grado de internacionalización cabe esperar que el proceso de internacionalización del país se refleje también en el mercado.