Las ganancias extra para los bancos no existen”, dice al diario Stampa el presidente de la patronal bancaria italiana (ABI), Antonio Patuelli, en unas declaraciones recogidas por la agencia Nova. Sus palabras surgen ante la posibilidad de un nuevo impuesto que afecte a las ganancias de los bancos, obtenidas gracias a las fuertes subidas de tipos de interés. Para ello, Patuelli cita a algunos que considera sus grandes maestros: "Habiendo leído los fundamentos de la economía, recuerdo a Luigi Einaudi y al director del grupo Giolitti, Alfredo Frassati. Estos señores tenían hasta en la familia el libro de cuentas hecho con milimétrica atención al gasto, ponderación, no despilfarro, e inversiones. Pero nunca encontré el concepto de ganancia extra. Y no existe".
Cuando se le inquiere sobre los 6.000 millones de euros de beneficios bancarios, duplicados de un año a otro gracias al salto de tipos del BCE, aclara: "No se han duplicado, porque no hay seis bancos, hay cien. Muchos lo olvidan ahora. En estos 10 años, en parte con tipos cero y en parte punto cero, ha habido 12 crisis bancarias en Italia, causadas por múltiples factores que incluyen errores que no voy a negar, por parte de firmas de todos los tamaños: pequeñas, medianas y grandes Solo un banco se salvó con dinero público (Monte dei Paschi), los demás fueron pagados por bancos competidores".
Así, insiste: “¿Qué recoge la Ley de Bancos Consolidados de 1994? Que los bancos son empresas. Son los únicos que tienen que ser salvados por los competidores los que se equivocan. En banca, fue un caso único entre todos los sectores. Si cuando las cosas van mal los accionistas, que se cuentan por millones, cargan con la carga, ¿por qué diablos cuando las cosas van bien deben surgir ganancias extra, un concepto que no existe, y los accionistas deben verse afectados siempre?”.
Sobre las acusaciones a los bancos de ser rápidos en ajustar el costo de los préstamos, pero no tanto a la hora de subir los intereses de las cuentas corrientes, afirma que “Necesitamos mirar las experiencias de Occidente, dado que no estamos encerrados en una lógica autárquica. La cuenta corriente no es un instrumento de inversión. Normalmente es un instrumento de servicio. Están las cuentas de depósito, diseñadas para el ahorro: hay anuncios por todas partes de estas soluciones que dan rendimientos a seis meses o a un año respetables, competitivos con los de los bonos del gobierno”, concluyó Patuelli.