Muchas gestoras lanzan sus previsiones en esta temporada, ¿con qué escenario trabaja BNY Mellon para el próximo año?
Trabajamos con un escenario de crecimiento algo por debajo de 2019 y con una inflación también inferior. Un escenario de inflación y crecimiento bajos, donde EEUU crecerá en torno al 2%, china en torno al 6% y Europa algo por debajo del os niveles de 2019 con los países emergentes algo por encima de los de 2019. Crecimiento bajo sin ser recesión.
En Europa, ¿tampoco ven recesión pese a los datos que hemos conocido en Alemania?
No, de hecho en la parte manufacturera que más ha pesado en las economías europeos ha llegado al fondo en las últimas semanas y Asia está liderando recuperación a nivel mundial en datos manufactureros. Esto es importante para la economía alemana, que depende de las exportaciones la demanda de China. Probablemente hayamos visto lo peor, no es que vayamos a ver un rebote muy fuerte, pero sí un suelo.
Una de las grandes cuestiones que se ha comentado entre analistas e inversores es la guerra comercial entre EEUU y China, en 2020 hay elecciones presidenciales en EEUU ¿Qué esperan de ambas economías?
Creo que EEUU entra en un año electoral, muy importante para los mercados y muy importante para Trump. Dudo que en un año de elecciones, Trump aumente la temperatura de con las conversaciones comerciales entre EEUU y China. Más que una mejora notable de los aranceles veremos cierta congelación a esos niveles, quizás un pequeño acuerdo pero sin grandes avances aunque suficientes para que no empeore la economía estadounidense en un año de elecciones. Al final el acuerdo comercial es para largo plazo y si gana en las elecciones el partido demócrata seguiremos viendo cierto conflicto sin ver a medio plazo soluciones fáciles. Por el lado de China, no está dispuesto a ceder. Tienen presiones internas y creo que veremos mejora pero será un problema que seguirá ahí.
Otra de las grandes preocupaciones este 2019 ha sido el Brexit ¿Cree que la posibilidad de un Brexit pactado con la Unión Europea genera oportunidades en la bolsa británica y en la libra?
Hay que estar cauto porque incluso si gana Johnson, que es lo más probable, lo único que ha acordado es el marco de acuerdo con la Comunidad Europea. El contenido mismo, que es el acuerdo en sí, todavía se tiene que definir y la media de este tipo de negociaciones es de 3 a 5 años. Johnson quiere cerrar este acuerdo antes de final de 2020, algo que no vemos factible y nuestro punto de vista es que el Brexit se alargará, no hay soluciones fáciles ni se puede decir que la victoria de Johnson pueda dar soluciones de forma rápida.
En 2020, ¿cuáles son las principales convicciones?
En un escenario de crecimiento e inflación bajos, somos más de la escuela de invertir en aquellos estilos de inversión que se beneficien de este escenario. Una de esas opciones son los dividendos porque, si hay inflación baja, el dividendo real es mayor y si tenemos en cuenta que estamos en un ciclo alargado en EEUU aumenta la volatilidad y los riesgos, entorno en el que los también protegen aunque hay que seleccionar con cuidado porque las acciones de dividendos cotizan a valoraciones elevadas y cuidamos mucho la selección de acciones. Nos gusta tecnología antigua, que están en negocios maduros y comienzan a repartir dividendos y también cíclicos de buena calidad, con buen canje de efectivo que sean capaces de pagar dividendos de forma sostenible.
En renta fija, ¿Cuál es la visión que tiene la gestora?¿Y en materias primas?
Dentro de materias primas, el oro diversifica las carteras, en escenarios de mayor inflación el oro puede actuar de refugio e incluso si hay una sorpresa en la inflación protege. No paga nada, no tiene cupón, pero para un inversor europeo que tiene tipos negativos el oro sale fortalecido y además no se puede imprimir. En un momento en que los Estados están compitiendo para tener una parte del pastel del crecimiento el oro no se puede devaluar y sale fortalecido.
Nosotros gestionamos el fondo BNY Mellon Global Real REturn e insistimos mucho en la diversificación de los activos porque estamos ante una situación de cierto incremento de correlación entre activos. En el cuarto trimestre de 2018 todo bajó a los activos que permiten aumentar la diversificación y la descorrelación en la cartera salen fortalecidos. Un ejemplo son los fondos alternativos relacionados con la infraestructura o energía verde. Son proyectos a largo plazo que dan buenas rentabilidades y nos parecen atractivos.