También podríamos invertir en seguros de ahorros, que están ofreciendo algunas rentabilidades con liquidez por encima del 3%; y también con carteras de bonos, combinando renta fija pública y privada de calidad crediticia atractiva, que podrían aportar rentabilidades del 3% en adelante.
¿Renta fija o renta variable?
Depende del inversor. Para un inversor cauteloso debemos hablar de renta fija. Al mismo tiempo, se dice que la renta fija está viviendo una burbuja, sobre todo en EEUU, porque la liquidez que está generando la Fed, el Banco de Inglaterra o el Banco de Japón están comprando todo lo que es renta fija. Sí renta fija, pero seleccionando los mejores fondos.
Para un inversor arriesgado, nuestras carteras están en un momento máximo de renta variable, especialmente RV estadounidense, europea y española, porque creemos que también hay oportunidades en nuestro país.
¿Hacia dónde va el asesoramiento financiero?
La realidad es que se vuelve a la banca de productos. Lo estamos viendo con los fondos de inversión que, ahora que ya no necesitan tanta inversión en depósitos, se está viendo un traspaso hacia fondos que no son diversificados, si no, garantizados y de renta fija a corto plazo o monetarios. Esto es bueno para el fondo de inversión de la entidad, pero malo para el inversor desde el punto de vista del asesoramiento, de la selección del producto y de la inversión al medio y largo plazo. Me temo que, cada vez más, vamos a ver la gran banca de productos.