¿Cómo veis el cierre del año?

En principio es muy difícil hacer estas estimaciones a corto plazo en los mercados, ya que puede darse una situación macroeconómica o un evento que impida que ocurra lo que tenías previsto en el corto plazo. Si no pasa nada extraño, seguimos siendo muy prudentes en renta variable de aquí a cierre de año, mientras que vamos a seguir evolucionando positivamente la renta fija. Esa es nuestra postura de aquí a cierre de año: prudencia en renta variable y positivos en renta fija, pero estamos en duraciones cortas.

¿Qué activos serán clave de cara a 2024?

Parece que en 2024 vamos a tener estabilidad en los tipos, puesto que la inflación ya está más controlada. Sigo pensando que hay diversidad entre los diferentes mercados, Estados Unidos, Europa y emergentes. Los emergentes no parece que acaben de despegar; soy un gran creyente en los emergentes sobre todo a largo plazo, pero en el corto plazo están sufriendo muchas tensiones y no prevemos que sea el año de los emergentes. Con respecto a los mercados más tradicionales, seguimos muy positivos en renta fija para el año que viene, principalmente porque ya estamos viendo control de la inflación y estabilidad monetaria, a lo que su une una reducción de tipos de interés hacia finales de 2024 en Estados Unidos y en Europa en 2025. Para 2024 también seguimos siendo prudentes en renta variable de la misma forma que hemos sido en 2023; van a seguir habiendo oportunidades, pero habrá que enfocarse más en calidad. Cada día hay mayor divergencia entre activos y, dentro de cada asset class de activos concretos, la gestión activa va a seguir teniendo mucha importancia. Hemos tenido casi diez años de tipos cero, de gran estabilidad, de mucha sencillez de pegarte al índice, con los mercados desarrollados con enormes crecimientos en términos de valoración, y eso nos ha llevado a una situación de activos muy sobrevalorados, por tanto, prudencia en renta variable, y optar siempre por la calidad.  

¿Cree que ya se puede hablar de un punto de inflexión en los tipos de interés?

Sin duda. Las últimas reuniones de los bancos centrales, tanto en Europa como en Estados Unidos, dejaban entrever estabilidad. Creo que vamos a ir hacia un modelo de reducción de tipos de interés a finales de 2024 en Estados Unidos, mientras que en Europa habrá que esperar a 2025. Esto va acompañado de ciertos riesgos por parte de los bancos centrales, que impondrán más ajustes en valoración y más reducción de balances, por lo que habrá una reducción de liquidez en el mercado, lo cual nos generará una situación desconocida o que no hemos sufrido en los últimos años de cara a la valoración de los activos. Pero muy probablemente con una reducción de la inflación que ya está más controlada, crecimiento en Estados Unidos todavía sano, crecimiento en Europa menos sano pero con ciertas presiones inflacionarias por un bajo paro y una población en envejecimiento que deriva en una falta de mano de obra, vemos un punto de inflación clarísimo.

¿Cuáles son los principales retos que creéis que están sobre la mesa desde el punto de vista de la gestión de activos?

Hay retos de muchos tipos, algunos son más de mercados, como una situación de tipos de interés desconocida en los últimos años y una situación de mayor necesidad de selección de activos después de muchos años de gran crecimiento de la gestión pasiva en el mundo, es decir, la gestión activa va a tener cada vez una función más importante. Además, en los modelos de gestión de activos, más allá de los temas de mercados, van a tener mucha importancia la gestión de relación con el cliente, porque los clientes cada vez exigen más modelos de planificación financiera, un modelo más integrado de relación con el cliente; en ese sentido las compañías aseguradoras tenemos una visión mucho más de largo plazo, mucho más liberada de conflictos de interés que exigen los clientes. Por tanto, tenemos un modelo de exigencia por parte del inversor de arquitecturas abiertas, sin conflictos de interés, independencia y gestión del talento del propio gestor (exigen gestores cada vez más expertos), combinado con modelos de tecnología y herramientas que permiten invertir mejor. La combinación de esos dos modelos de tecnología y gestión experta es un área sobre la cual tienen que trabajar todas las entidades. En definitiva, tenemos un problema de reto de mercados, un reto de modelos de inversión en términos de combinación de personas y de tecnología, y un tercer reto que implica dar un servicio en términos de arquitectura abierta y libre de conflictos de interés e independencia y experiencia. En este sentido, hay entidades que están siendo capaces de afrontar estos tres retos y otras que están teniendo muchas dificultades a la hora de enfocarlos.  

¿Cuál cree que es el gran riesgo al que se enfrentan los mercados a largo plazo?

Los mercados tienen principalmente dos grandes retos a largo plazo (a cinco años). La irrupción de la inteligencia artificial y todas las tecnologías siguen siendo un gran reto, toda la parte de gestión algorítmica cada vez más evolucionada, todos los nuevos modelos de gestión, todos los cambios de asset allocation que ya no son válidos y que se han estado utilizando en muchos años... es un aspecto clave. Otro aspecto muy importante que tenemos a largo plazo son macrotendencias como el envejecimiento, la tecnología, la desglobalización, que son terriblemente relevantes y que tendremos que ver cómo se gestionan desde un punto de vista de inversión. Y muy relacionado con ello está la enorme masa de deuda que hay en todo el planeta, multiplicada por más de dos en los últimos diez años; la deuda global tiene que ir reduciéndose y eso va a generar sin ninguna duda tensiones. Por último, otro reto es toda la parte normativa; la Unión Europea tiene una loable misión de protección del inversor pero tiene que entender que una industria sana necesita cierta libertad de actuación y de competencia. En este sentido, los últimos movimientos que se estaban haciendo en la Unión Europea de regulación del sector iban hacia una importante restricción en la oferta y sobre todo una concentración; la calidad tiene un cierto coste y si solo vas a competir en coste la calidad se va a haber mermada y, además, estás obligando a que los jugadores más pequeños desaparezcan del mercado. En definitiva, tenemos que ser capaces de regular en favor de los inversores pero también de tener una industria sana.