La crisis geopolítica iniciada por Donald Trump tras el ataque a Siria trae nuevos vientos de incertidumbre a los mercados. Es en este escenario en el que tanto el oro como el yen se suelen comportar más alcistas. En este sentido, ¿cuál de los dos muestra más fortaleza en lo que va de año y cómo pueden seguir evolucionando?
Si observamos el gráfico desde el inicio del ejercicio hasta ahora, lo que observamos es que los dos han tenido un buen trecho al alza, aunque el oro es el que sale ganador ligeramente por poco. El yen frente al dólar ha tenido una revalorización importante, pero no ha sido suficiente como para superar al comportamiento del metal dorado.
Sobre su perspectiva a futuro, Liz Amaya, distribución y ventas de ETF Securities, señalaba que el lo que vamos a ver en el oro “es que la volatilidad que estamos viendo con las diferencias políticas, con la llegada de Trump o el Brexit, las elecciones de Francia o Alemania, es que el oro vaya a seguir subiendo”. Pero no va a subir “radicalmente tampoco”.
Por eso consideran que a partir de ahora puede llegar “a los 1.300 dólares la onza a mediados de junio o julio y va a volver a bajar”. Cuando las cosas se pongan un poco más estables “vamos a ver que bajará otra vez a los 1.250 como está ahora”.
Si nos centramos en nuestros filtros técnicos observamos que el oro se encuentra en fase alcista, mientras que recibe una puntuación de 7 puntos en una escala que se mueve entre el cero y el diez. Estos indicadores muestran todos los parámetros en positivo, salvo la tendencia de largo plazo, que es bajista.
En cuanto al yen, según José Luis Cárpatos, analista independiente, señala que es vital “no perder el mínimo del día para buscar un doble suelo, siempre mirando esa directriz bajista en el RSI desde la sobrecompra de finales del año pasado”. Con todo, la tendencia que ha descrito con respecto al dólar es bastante alcista.
Así pues, nuestros filtros técnicos señalan que el dólar/yen se encuentra en fase de rebote, mientras que recibe una puntuación de 4,5 puntos en una escala que va del cero al diez. Los indicadores son bastante mixtos, destacando la tendencia alcista en largo plazo y bajista en el medio plazo.