Los precios del oro subieron un 1% el lunes alcanzando el nivel más alto del mes.

Este impulso alcista en el oro se desarrolló después de que la Organización Mundial de la Salud informara el domingo de un aumento récord de nuevos contagios en varios países, con los mayores aumentos en América del Norte y del Sur. Australia, Alemania y China también han informado de rebrotes de covid-19.

Los nuevos focos de contagio aumentan la probabilidad de una segunda ola de la pandemia y, como consecuencia, de restricciones económicas, lo que dificultaría el proceso de reactivación de la economía y que podría obligar a los principales bancos centrales del mundo a mantener una política monetaria de apoyo durante más tiempo del previsto.

Normalmente el oro suele comportarse como activo refugio, especialmente en épocas donde se dispara la aversión al riesgo y en periodos donde los tipos de interés son bajos. Esto quiere decir que, de continuar esta situación, la cotización del oro podría seguir subiendo hasta los niveles de 2011 y 2012, donde se alcanzó el máximo en 2.096,9.

El analista de UBS Giovanni Staunovo dijo que "Parece haber un aumento en las expectativas de inflación que está presionando a la baja los tipos y dando cierto apoyo al precio del oro".

Los gestores de riesgos durante años pensaron que invertir en oro era una posición segura. John Reade, un ex trader de oro de Paulson & Co que ahora trabaja para el Consejo Mundial del Oro dijo que: “Con la dislocación que se vivió en el primer trimestre del año hemos visto que ya no se trata de un producto tan estable en tiempos de crisis”. 

Ante lo mencionado anteriormente y considerando el aumento del interés abierto y el volumen en combinación con precios al alza se abre la puerta a la continuación de la tendencia alcista, al menos en el horizonte a corto plazo.

Análisis técnico del oro

El precio del oro comienza la semana siendo alcista, llegando a cotizar en 1.779,1 dólares, cerca ya de los máximos en 1.786,1 del día 18 de mayo y del 1.799,1 del 14 de abril.

Es importante destacar que desde febrero de 2013 no había estado en esta zona, lo que es realmente importante.

Si continuara la tendencia alcista que lleva desarrollando desde agosto de 2018, los próximos niveles que podrían actuar como resistencia son 1.959,0 y 2.000 desde donde tendría vía libre hacia el máximo en 2.096,9.

De volver a producirse alguna anomalía como la distorsión producida ante la falta de liquidez durante el crash de febrero, tendríamos una amplia zona de soportes entre 1.586 y 1.476 $, donde sí se puede ver que la nube del complejo Ichimoku actuó como soporte.

En gráfico semanal, en los tramos de tendencia tanto la nube como las líneas de Ichimoku determinan niveles importantes que nos pueden ayudar a tomar decisiones.

De momento la situación a medio plazo es alcista, con la cotización por encima de la media de 200 sesiones (SMA200), pero cabe destacar que el RSI nos muestra una clara divergencia bajista con el precio que podría suponer algún tramo correctivo en la tendencia.

Gráfico del futuro del oro G1S

Índice de volatilidad del oro

Desde el máximo que se produjo durante la distorsión mencionada anteriormente, la volatilidad del oro ha ido disminuyendo a buen ritmo reflejando que el comportamiento como activo refugio se volvía a activar.

Los niveles de volatilidad típicos del oro en épocas tranquilas están en el entorno de los 10 a 15 puntos.

Fuente Reuters

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