En nuestra opinión, los inversores pueden sobrediversificar sus carteras de varias formas. Una de ellas es poseer varios fondos de inversión sin tener en cuenta las participaciones subyacentes. En opinión de Fisher Investments España, tras analizar el panorama financiero, los fondos pueden tener desde menos de 10 participaciones (si están muy concentrados) hasta cientos e incluso miles. Por lo tanto, una cartera con múltiples fondos podría significar poseer indirectamente miles de participaciones, lo que, según nuestra experiencia, puede dar lugar a que su estrategia de cartera no sea eficaz. Nuestros análisis sugieren que los inversores también pueden sobrediversificar sus carteras si poseen valores de demasiados países. En definitiva, generalmente preferimos una cartera diversificada a escala internacional ante una centrada en los valores nacionales, ya que, según los análisis de la historia bursátil que Fisher Investments España lleva a cabo para formar su opinión, las carteras centradas en los valores nacionales son más vulnerables al riesgo de concentración. Dicho esto, no es necesario que los inversores posean valores de todos los países para lograr la exposición global que creemos que beneficia a los inversores a largo plazo.

Según nuestra experiencia, el exceso de diversificación puede crear varios problemas, entre ellos las dificultades para medir el rendimiento de la cartera. Consideremos, por ejemplo, el caso de un inversor que desee que su cartera obtenga una rentabilidad similar a la del mercado bursátil europeo. Podría contar con un fondo de renta variable europea de amplia base, orientado a un índice, como el MSCI European Monetary Union (EMU) o el SPDR Euro Stoxx tracker. Según la experiencia de Fisher Investments España, la cosa se complica si los inversores no se conforman con esto y añaden otras inversiones, como acciones extranjeras o un fondo sectorial. Cada adición puede desviar la exposición de la cartera de su índice objetivo, por lo que los rendimientos suelen ser cada vez menos similares. Siguiendo con el ejemplo anterior, supongamos que un inversor que sigue el MSCI EMU (que tiene una ponderación del 15 % en el sector tecnológico) añade a su cartera un fondo centrado al 100 % en valores tecnológicos. (i) Esta cartera se beneficiaría durante los períodos de rentabilidad superior de la tecnología —y se estancaría durante los períodos de rentabilidad inferior— pero, en general, ya no es un reflejo exacto del mercado europeo, dado el sesgo.

Además, poseer muchos fondos puede suponer un control limitado sobre la estrategia de la cartera, ya que es probable que los gestores de los fondos no se comuniquen entre sí y podrían tener puntos de vista contradictorios o superpuestos. Examinemos otro ejemplo hipotético: un inversor propietario de un fondo cree que el sector tecnológico superará los resultados de los mercados en general, mientras que el energético será inferior. Es posible que dese contar con una mayor exposición a este sector en su cartera, pero los gestores de sus fondos tienen opiniones diferentes y actúan de forma contradictoria. Un gestor puede apostar por las tecnológicas mientras que otro, más pesimista sobre el sector, reduce sus posiciones. Mientras que cada gestor tiene una estrategia cohesionada por separado, la cartera del inversor que los combina no la tiene. Tras analizar las perspectivas financieras, Fisher Investments España opina que la mayoría de los fondos no ofrecen transparencia sobre todas las participaciones en tiempo real, por lo que puede ser difícil para los propietarios de fondos saber si sus inversiones se alinean con sus propias perspectivas de mercado.

Creemos que un índice de referencia, o un índice que siga un determinado conjunto de valores que los inversores puedan utilizar como punto de referencia o estándar comparativo puede ayudar en este sentido. En opinión de Fisher Investments España, los inversores se benefician de la selección de índices de referencia que se comparen entre sí, es decir, que se comparen con clases de activos similares. Por ejemplo, si la cartera de un inversor es principalmente de renta variable europea, entonces tiene sentido utilizar un índice de referencia de renta variable europea. O bien, los inversores con carteras mixtas (aquellos que tienen tanto acciones como bonos) seleccionan un índice de referencia para sus participaciones de renta variable y otro para sus bonos. Esto puede ayudar a construir la cartera, ya que los inversores utilizan las inversiones del índice de referencia como punto de referencia para las ponderaciones por sectores, países y categorías.

Después, si un inversor quiere hacer cambios en su cartera en función de sus perspectivas y opiniones, puede modificar sus ponderaciones, que están vinculadas a su índice de referencia. Si utilizamos el índice de referencia para medir el rendimiento, los inversores pueden ver cómo repercuten estas decisiones en la rentabilidad. Por ejemplo, si la cartera de un inversor cayera un 5 % en un año, podría parecer que algo ha ido mal, pero si su índice de referencia cayó un 10 % durante el mismo período, es probable que los ajustes de su cartera contribuyeran a una rentabilidad superior. Lo mismo sería aplicable a la inversa. Si la cartera de un inversor rinde un 10 % mientras que el índice de referencia rinde un 13 %, podría significar que sus ajustes no han funcionado.

En nuestra opinión, modelizar una cartera con un índice de referencia diversificado consigue dos cosas. En primer lugar, concede a los inversores la exposición a sectores, países y estilos que consideramos beneficiosa a largo plazo, a la vez que les permite cierta libertad para aplicar una estrategia de cartera personalizada. En segundo lugar, ayuda a los inversores a evitar el exceso de diversificación y todos los problemas que suele conllevar. En opinión de Fisher Investments España, comprender las bases de la rentabilidad y la estrategia de una cartera puede facilitar a los inversores mantener el rumbo para alcanzar sus metas y objetivos financieros.

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Fisher Investments España es el nombre comercial utilizado por la sucursal en España de Fisher Investments Ireland Limited, (“Fisher Investments España”). Fisher Investments Ireland Limited es una sociedad de responsabilidad limitada constituida en Irlanda que opera bajo la denominación de Fisher Investments Europe (""Fisher Investments Europe""). Fisher Investments Ireland Limited y su nombre comercial, Fisher Investments Europe, están inscritos en el Registro Mercantil de Irlanda con los números 623847 y 629724. Fisher Investments Europe está regulada por el Banco Central de Irlanda. El domicilio social de Fisher Investments Europe es 2 George’s Dock, 1st Floor, Dublin 1, D01 H2T6 Ireland. Fisher Investments Europe externaliza parcialmente diversos aspectos de las funciones cotidianas de asesoramiento de inversión, gestión de carteras y operaciones bursátiles a sus filiales.  El presente documento recoge la opinión general de Fisher Investments Europe y no debe ser considerado como un servicio de asesoramiento personalizado en materia de inversiones o fiscal ni un reflejo de la rentabilidad de sus clientes. No se garantiza que Fisher Investments Europe siga sosteniendo estas opiniones, las cuales pueden cambiar en cualquier momento a la luz de nuevos datos, análisis o consideraciones. La información que figura en el presente documento no pretende ser una recomendación o un pronóstico de las condiciones del mercado. En su lugar, tiene por objeto esclarecer los aspectos tratados. Los mercados actuales y futuros pueden diferir ampliamente de los que se describen en este documento. Asimismo, no se garantiza la exactitud de ninguna de las hipótesis empleadas en los ejemplos contenidos en el presente documento.


[1] Fuente: MSCI, a 14/7/2024. Ficha MSCI EMU.