Nadie sabe qué va a pasar en las próximas horas entre Grecia y sus acreedores. Más aún cuando el FT ha publicado que Tsipras está negociando ‘in extremis’ con algunos miembros europeos para evitar un mal mayor.
Mientras tanto, todo el mundo da por hecho que las próximas semanas van a ser difíciles para los mercados y la deuda de los países periféricos. La mayor parte de los expertos creen que en las actuales circunstancias el BCE ha vacunado a los mercados del Sur del virus griego con compras de bonos.
Según Fabrio Riccelli, gestor del FF Iberia Fund de Fidelity, “el primer impacto económico de un posible Grexit es muy limitado, pues Grecia representa menos del 2% del PIB de la eurozona. La mayor parte de la deuda externa del país la tienen instituciones gubernamentales, más que inversores privados, y los sectores corporativos y financieros en Europa han reducido significativamente su exposición a Grecia en los últimos años. El comercio entre la eurozona y Grecia también es relativamente pequeño. Ante este panorama, creo que los efectos de un posible contagio serán limitados”.
Considera que el impacto secundario es algo más difícil de predecir, aunque todo el mundo da por hecho un aumento de las primas de riesgo de los países del sur. “Sin embargo, dada la recapitalización y reformas que ya han tenido lugar en los bancos españoles y portugueses, y el hecho de que ambos países se encuentran bien encaminados hacia una reducción de la deuda gubernamental sobre el PIB en los próximos 12 meses -suponiendo que la tasa de crecimiento del PIB permanezca constante-, pienso que el riesgo para la península ibérica (aparte del incremento inicial de la prima de riesgo) será limitado”, afirma Riccelli.
En Barclays creen que será España la que más sufra y que la deuda de nuestro país lo hará peor que la italiana. En su opinión por “la incertidumbre política que ha generado el progreso de Podemos, que simpatiza con Grecia en España”.
Es justo por eso por lo que en Fidelity creen una salida de Grecia del euro –en la actualidad muy improbable- sería algo bueno para los mercados, sobre todo el español. “Las consecuencias para Grecia podrían hacer que los votantes españoles sean más cuidadosos en lo que votan en las elecciones generales de noviembre. Las encuestas recientes ya muestran un debilitamiento en el apoyo a las nuevas fuerzas políticas a favor de las tradicionales. Si la situación entre Grecia y sus acreedores continúa deteriorándose y se llega al Grexit, el movimiento pro-austeridad podría reforzarse, lo cual en última instancia sería bueno para los mercados", dice el gestor. Más si el próximo día 5 ganan los partidarios del no.
Muy pendientes, por el momento, de qué ocurre el día 5. La mayor parte de los expertos espera que el no a las propuestas del Eurogrupo salga victorioso el domingo. Dicen en esta entidad que “sin el apoyo de un programa establecido el escenario para Grecia podría ser parecido al de Argentina en 2001-2002 que sin apoyo de un plan de apoyo internacional terminó en una conversión de la moneda. En este caso, desde luego, los opositores de Podemos en España tendrían un arma de destrucción masiva en sus manos de cara a las elecciones de noviembre.
Philippe Waechter, economista jefe de Natixis afirma que si gana el no, las consecuencias para Grecia serán negativas. Una salida del euro implicaría un cambio de moneda, una rápida depreciación de su divisa con un fuerte impacto inicial en la economía.
“La caída en la actividad económica y la imposibilidad del gobierno para financiarse fuera de sus fronteras implicaría caída de la remuneración de los funcionarios y de las pensiones.”, dice Waechter.
Para Europa tampoco sería fácil, ya que según este gestor crearía un precedente poco deseable en la unión europea.
Quizá le interese... Varoufakis confirma que no pagará al FMI o La Unión Europea hace una oferta de última hora a Grecia