En concreto, hasta abril de este año se han puesto en marcha operaciones de M&A por un importe de 1 trillón de dólares, según los cálculos del banco de inversión. La cifra más que duplica toda la cantidad destinada a fusiones o compras en todo 2013. El sector más activo hasta el momento ha sido el de la sanidad y las compañías más activas han sido las de mayor capitalización.

Se trata de una cifra que equipara los máximos de julio de 2007 por importe, aunque no tanto en porcentaje con respecto a la capitalización de las bolsas. Según los cálculos de Citi, el dinero invertido en compras y fusiones en los últimos tres meses representa un 1,6% de la capitalización de todas las bolsas del mundo. Un porcentaje inferior al de otros picos de los mercados, cuando se llegó a alcanzar un 2,5%.



Independientemente de las razones que han movido a las empresas para desarrollar esta actividad, los expertos de Citi explican que en los próximos meses continuará. Es más, apuntan que las compañías estadounidenses podrían ser las compradoras en este proceso. Por otro lado, las más vulnerables son las compañías británicas.

Las americanas disponen de una gran cantidad de efectivo en sus filiales fuera de Estados Unidos, cotizan con prima y, además, se pueden aprovechar de una financiación barata. Las británicas cotizan con descuento y son relativamente fáciles de adquirir. Eso también ocurre con otras empresas europeas, en opinión de Citi.

Objetivos

Los expertos de la firma estadounidense han desarrollado un modelo propio para saber cuáles pueden ser los potenciales objetivos de este tipo de operaciones.

- Buscan empresas que generen una cifra importante de beneficios antes de impuestos de forma que el comprador, aunque pidiera prestado toda la capitalización de la empresa objetivo, pudiera usar esas ganancias para financiar el coste financiero de la nueva deuda.

- En cualquier caso, las últimas adquisiciones han optado por efectuar el pago en efectivo. Esta opción podría ser usada por compañías americanas con cajas abultadas, sobre todo en sus filiales en el extranjero. Realizar compras en efectivo les resultaría, en teoría, más rentable que repatriar el dinero a Estados Unidos y tributar por él.

- También tienen en cuenta el nivel de apalancamiento de las compañías objetivo no debe ser mayor que su cashflow.

- Compañías que no tengan accionistas relevantes con capacidad de bloquear una operación, o regulaciones del gobierno que obstaculicen la operación.

Compañías objetivo EEUU



Objetivos en Europa