Vuelve a máximos NVIDIA en el Nasdaq, que sigue rompiendo en este, de nuevo magnífico 2021, tras un glorioso ejercicio de pandemia. Ahora la subida de precios y su posicionamiento en el mercado, así como su versatilidad, en un momento en el que sus procesadores son los más deseados tanto en el mundo de la minería de las criptomonedas como en el de los juegos. Y ello en un entorno de escasez mundial de semiconductores por los cuellos de botella provocados por la demanda en masa que se ha producido por la recuperación.
En ese contexto vemos como sus acciones han llegado a tocar los 252 dólares por acción, algo que pone de manifiesto el crecimiento exponencial que siguen viviendo sus acciones. Recordemos que hace 20 años apenas cotizaban, en enero de 2002 a 0,60 dólares, o los 2,79 dólares que costaban sus acciones en 2012, sin olvidar los apenas 16,7 en los que cotizaba en 2016.
Sigue en directo la cotización de NVIDIA
De ahí a los 31 dólares que marcaban sus acciones en 2018 o a los 45 dólares que cosechaba en el mercado en marzo de 2020. Desde ese punto, progresión geométrica hasta los 115,7 que marcaba en marzo de este año y que se ha suplicado hasta los niveles actuales del valor. Y es que desde el banco de inversión.
El último gran impulso llega de Facebook. En la presentación de resultados puso en valor el aumento de gasto de capital en su camino al metaverso. Eso significa maná para Nvidia, que ve como la red de redes sociales se va a gastar la friolera de 34.000 millones de dólares para reforzar sus centros de datos y las infraestructuras tecnológicas, con lo que necesitaran masivamente de los servicios de Nvidia.
Si miramos a su gráfica de cotización vemos que el valor sube nada menos que un 10,9% en las últimas cinco sesiones, mientras que avanza un 12% en el último mes, un 28% en el trimestre y hasta un 59,7% en el semestre. En el año, el avance de Nvidia ya supera el 89,3% y desde octubre del pasado ejercicio se revaloriza un 383%, con una capitalización bursátil que ya supera en el Nasdaq los 579.000 millones de dólares.
Y es que los analistas siguen confiando claramente en el valor. Los últimos en hacerlo, los analistas de Piper Sandler. Consideran que sus acciones deben sobreponderarse en el mercado con precio objetivo mejorado desde los 225 dólares anteriores y ya sobrepasados por el mercado a sus nuevos 260 dólares por acción.
Desde el banco de inversión se muestran tan favorables sobre el valor al entender que el impacto de la minería del bitcoin sobre el negocio de juegos de la compañía está disminuyendo, de ahí ese cambio hacia una perspectiva más optimista. De ahí ese “traspaso” de sus GPU, las unidades de procesamiento de gráficos para los gamers cuando está a punto de comenzar la temporada navideña y eso puede reforzar su cuota de mercado en este sector.
Mientras la media de Tipranks, ante el subidón del martes, se queda atrás. Eso sí 22 de los 23 analistas que siguen el valor optan por comprar y uno por mantener. Su precio objetivo medio, ya lo incluye su cotización: 241,85 dólares.
Nvidia presentará resultados trimestrales el próximo 17 de noviembre y las previsiones apuestan fuerte por el valor. Con una ganancia por acción de 1,11 dólares por acción, con un incremento interanual del 52%, mientras que el consenso sobre ingresos trimestrales alcanzaría una mejora del 44,5% hasta superar los 6.830 millones de dólares.
Los indicadores premium de Estrategias de Inversión presentan una puntuación a la baja en un punto y en modo bajista en el que tan solo obtiene en su análisis técnico 1,5 puntos totales de los 10 posibles para el valor. En lo positivo, su volumen de negocio a largo plazo que es creciente, mientras que la volatilidad del valor, medida en términos de su rango de amplitud se muestra decreciente a medio plazo.
En el lado contrario nos encontramos con una tendencia bajista que Nvidia muestra en sus dos vertientes, tanto a media como a largo plazo, mientras que el momento total que vive el valor es negativo, lento y también rápido. A esto se une el volumen de negocio a medio plazo que se muestra decreciente y la creciente volatilidad que exhibe el valor a largo plazo.