Igual que no era país para viejos el que dibujaba en su libro Cormac McCarthy y que luego ilustraban los hermanos Coen en la película que protagonizaba Javier Bardem, El de ahora mismo, en este inicio de 2022, no es mercado para los grandes valores tecnológicos.
Sigue en directo la cotización de NVIDIA
Unas caídas de las que tampoco se sustrae Nvidia, con un pasado reciente que hace honor a su nombre, ya que, en los últimos dos ejercicios se ha revalorizado un 352% y si sumamos uno más, en tres años, ha ganado casi un 600%. Normal que se tome un merecido descanso que ahora mismo alcanza, en lo que va de año un 5,42%, aunque logra salvar las cinco sesiones precedentes con ligeros avances del 0,77% para el valor, frente a las caídas sostenidas del último mes del 8,7% para Nvidia. En el trimestre anterior, los avances rozan el 33% y en el último año, desde enero de 2021, sube más de un 105%.
Pero estas caídas no desalientan, al menos a los analistas que siguen apostando decididamente por el valor como ahora veremos. Pero antes, Nvidia, que no se ha visto beneficiada en el último mes por la persistencia de la escasez de chips y del incremento de los precios de las tarjetas gráficas, está dando la batalla junto a Arm para poder cerrar la compra, mientras el Reino Unido ya se plantea bloquear el acuerdo de compra.
De hecho, acaba de presentar esta semana 28 páginas de alegaciones ante la Autoridad de Mercados y Competencia británica para que se dé vía libre al acuerdo de compra. Consideran que su oferta de 40.000 millones por la compañía del gigante tecnológico japonés Softbank es adecuada, y que los críticos no tienen en cuenta la posición financiera de la compañía que quieren adquirir ni tampoco su poder real, menor al que le atribuyen.
Quieren demostrar que no aislarán como piensan sus críticos a los competidores, estableciendo una posición de dominio. De hecho, más allá del Reino Unido, desde la Unión Europea estiman que, aunque ambas empresas no son competencia directa, la propiedad intelectual de Arm es un aporte importante en productos que compiten con los de Nvidia, en el caso del Internet de las cosas, los centros de datos o la automoción.
En cuanto a recomendaciones, Goldman Sachs considera que es uno de sus valores preferidos en la categoría de semiconductores de cara a 2022 junto con Marvell Technology, Universal Display y Lattice Semiconductor.
También Bank of America apuesta directamente por el valor, con precio objetivo de 375 dólares la acción y consejo de compra. Apuesta por la consecución futura de los juegos y los centros de datos, pero también por otras tendencias como su Omniverse, el metaverso para ingenieros con grandes posibilidades tanto de hardware como de software. De hecho, la firma considera, que, aunque Nvidia se mueve cada vez en un espacio más competitivo, su plataforma de software y su ecosistema de desarrolladores le brindan una ventaja competitiva que el resto de las empresas no pueden replicar con facilidad.
Desde Tipranks vemos que el valor es una clara compra para 24 de los 26 analistas que siguen a Nvidia en el mercado, salvo para dos que optan por mantener. En cuanto al precio objetivo medio, alcanza los 359,17 dólares por acción con un potencial que supera el 29%.
Desde Rakesh consideran también una compra las acciones de Nvidia con precio objetivo de 335 dólares. Pero no todo es favorable, ya que desde Truist, el analista Willian Stein ha reducido el precio objetivo de sus acciones hasta los 350 dólares por título desde los 389 anteriores, a pesar de que le deja un recorrido alcista significativo y de que mantiene su apuesta de compra por el valor.
Mientras, y según nos muestran los indicadores técnicos que elabora Estrategias de Inversión Nvidia se mueve con una elevada puntuación de 8 sobre 10 puntos totales, con tendencia alcista a largo plazo, momento total, tanto lento como rápido positivo, con un volumen de negocio que se muestra creciente para el valor tanto a medio como a largo plazo y un rango de amplitud, su volatilidad que es decreciente. Solo en negativo se mueve la tendencia a medio plazo, que es bajista para el valor.