¿Qué perspectivas tenemos esta semana ante la reunión de la Fed y las proyecciones de la FOMC?
Realmente esta semana es muy importante en la determinación de las expectativas, ya sea para ajuste o para terminar de quedarse con lo que el mercado estaba esperando. Lo más importante comenzando la semana es la decisión de tipos de interés. Las perspectivas y lo que está en consenso es que baje al 2%, pero ya con el dato de las ventas minoristas del pasado viernes es posible que la Fed no lo vea necesario y quedemos con las tasas sin bajar los 25 puntos básicos que el consenso de mercado ha estado esperando, incluso con las presiones del Gobierno.
Y por otro lado también vamos a esperar a las proyecciones de la FOMC. Realmente ellas determinarán en cuanto a tasas de interés, desempleo e inflación, si efectivamente siguen las expectativas a mediano plazo, que con los últimos datos de las previsiones pasadas se mantenían prácticamente quietas. Nosotros esperamos que se mantengan quietas las previsiones con respecto a lo que se había dicho antes.
Es una semana es super importante en cuanto a la determinación, o ajuste, de las expectativas, que en última instancia va a tener un impacto en cualquiera de los sectores económicos.
¿Estaremos pendientes esta semana de otros datos macroeconómicos y de cómo reacciona Wall Street, también teniendo en cuenta la guerra comercial con China?
El dato de producción manufacturera del mes lo estamos esperando también esta semana, es muy importante para terminar de ver qué va a pasar con las expectativas. Nosotros creemos que, con el dato que salió la semana pasada de las ventas minoristas creciendo por encima de las expectativas, eso va a tener un efecto también sobre el dato real comparado sobre las expectativas de la producción manufacturera. Creemos que el dato va a ser positivo, lo cual va a tener un efecto positivo sobre Wall Street.
Con respecto al tema de la guerra comercial. Es el tema económico más importante mundial en este momento porque impacta en todas las economías. La guerra comercial va a seguir, parece que ahora estamos en una especie de tregua. Van a seguir las negociaciones y ya hemos visto señales de tregua, por ejemplo China bajando o congelando aranceles para productos agrícolas de EEUU. Tenemos que estar superpendientes.
La guerra comercial entre EEUU y China ¿cómo afecta a otras economías?
El caso latinoamericano, y también con lo que ha hecho China últimamente al poder manejar su tipo de cambio y devaluar su moneda, de esa forma reevaluando la moneda americana… Eso está teniendo un impacto directo en las divisas latinoamericanas, que se están devaluando respecto al dólar, lo que tiene un efecto positivo para sus exportaciones, pero a la vez las perspectivas de desaceleración de China y de las compras chinas están impactando los volúmenes de exportación de algunos países latinoamericanos.
Sin embargo, vemos que por ejemplo con Argentina, que ya la semana pasada se llegó a un acuerdo de aumentar las toneladas de exportación de soja al país asiático. Hay un efecto positivo porque China, al ver que se le están cerrando los mercados en Estados Unidos, está tratando de cerrar acuerdos con otros países en Latinoamérica. Hay un efecto positivo, por lo menos en volumen, para muchos países.
También está pasando con Colombia, donde se están cerrando a acuerdos para la exportación de aguacate y otros productos. Incluso está siendo positivo para México, porque algunas manufactureras se han desplazado para México. Y México, de hecho, con la disminución de ventas de productos chinos en Estados Unidos, lo que hemos visto es que ha agarrado bastante mercado de la canasta de importación de Estados Unidos. Se habla de que las exportaciones de México a Estados Unidos han crecido alrededor de 100 puntos básicos.
¿Quizás ahora los más afectados son los agricultores estadounidenses?
Sí, realmente eso es cierto, pero de todas maneras hay un respaldo del Gobierno para seguir con subsidios, incluso aumentarlos, en la medida que se pueda.
De todas maneras, estamos viendo que China está cediendo en el tema. Les dice que podemos bajar los aranceles a los productos agrícolas a cambio de ciertas prerrogativas en los productos tecnológicos.
Seguirá siendo el eje de la economía mundial en los próximos meses hasta que llegue un ajuste definitivo que se puede mantener cuando empecemos con el tema de las elecciones más de fondo. Cuando empecemos a ver realmente cuáles son los candidatos que tienen más fuerza en las elecciones, ahí es cuando creo que se va a relajar un poco el tema de la guerra comercial con China.
¿Cómo ves a Apple y al sector tecnológico en general?
En el caso de Apple todos estábamos esperando el nuevo producto, el iPhone 11, pero todo eso estaba descontado en el precio de la acción. No hay mayores cambios significativos en la acción de Apple. Sí ha tenido algunas críticas como por ejemplo que no está en el 5G, y el 5G, hay productos de comañías chinas y asiáticas como Samsung que ya tienen productos listos para el 5G.
Pero Apple va a seguir tranquilo. Las perspectivas financieras de la empresa siguen estando un poco por encima de lo esperado en algunas resultados financieros, especialmente en el segundo trimestre. Cuando ya se cierre el tercer trimestre de este año, que será el último periodo fiscal para Apple, ya veremos realmente qué pasó.
En general vemos que las tecnológicas están por el buen camino. Creemos que puede ser un buen camino para los inversores. Pensaría que sigue siendo recomendable. Nosotros lo haríamos.
El impacto de las proyecciones de la FOMC y la Fed va a ser calmar la incertidumbre y va a tener un efecto positivo en el consumo. Yo creo que, por lo menos en el corto plazo, hay buenas perspectivas de invertir en tecnológicas todavía.
¿Hay recesión a la vista en la economía estadounidense a corto plazo?
Un tema que ha estado muy de moda en los últimos meses ha sido el de la curvas invertida de tipos con respecto al largo y corto plazo. Normalmente es un indicio que te dice que puede haber una recesión. Lo que pasa es que no te dice ni cuándo, ni si va a ser en un año ni en tres años.
El mercado está un poco inquieto sobre por qué tenemos las curvas invertidas, y toda la gente estaba pensando que era una recesión. Pero nosotros no vemos la recesión en el corto plazo. Estados Unidos lleva prácticamente 11 años en una etapa expansionista y claramente, como cualquier economía del mundo, va a tener una contracción, pero nosotros no la vemos en el corto plazo, independientemente de las curvas invertidas.
Mientras tengamos una inflación bajita y un empleo en el 3,7%, no hay razones de pensar que puede haber una recesión. Por lo tanto estamos tranquilos en el corto plazo. No vemos indicio de que venga una recesión.
Hay mucha incertidumbre, pero no quiere decir que tengamos perspectivas de un turnaround de la economía en menos de un año.