Si el campo se asfixia, el país lo siente y, por ende, el mundo. La economía agraria no logra levantar el vuelo y la contribución a la economía nacional de las granjas del país se sitúa actualmente por debajo de los dos millones, debido al constante decrecimiento experimentado durante la pasada década. En 2023 fue de casi 204.000 millones de dólares, casi el 1% del PIB nacional.
En 2023, la producción de la industria agrícola en Estados Unidos estaba valorada en aproximadamente 360.845 millones de dólares. Esto supuso un decrecimiento de cerca de 13.700 millones con respecto al año anterior.
Principales causas del decrecimiento de la economía agraria
Los principales motivos que llevan al decrecimiento de la economía agraria estadounidense son la elevada volatilidad de los precios de las materias primas, además de las dificultades financieras de agricultores, especialmente en determinadas regiones del país.
La sobreproducción global y la baja demanda de exportaciones, agravan la situación del sector agrario. No hay que olvidar que la actual política de biocombustibles tampoco beneficia a al consumo del excedente.
El área de cultivo se ha reducido en más de 25 millones de hectáreas en 20 años, alcanzando un total de 878,6 millones en 2023. Los costes vinculados a las actividades agraria no han bajado, sino que los avances tecnológicos aplicados a la agricultura, para mejorar la capacidad productiva de las granjas y de los cultivos, han aumentado el nivel. De hecho, la compra de fertilizantes, semillas, maquinaria y mano de obra se situaron en 2022 por encima de los 452.500 millones de dólares.
En contraposición, algunas explotaciones diversificadas y con fuentes de ingresos fuera del sector agrario parece que están más protegidas frente a la crisis económica. Y es que no todos los sectores se ven afectados del mismo modo. Es el caso del ganado vacuno y el sector lácteo, que muestran un mejor desempeño que los sectores de los cultivos herbáceos y el porcino.
Entre 1997 y 2021, el valor medio para Estados Unidos del sector agrícola fue de 1.08% del PIB con un mínimo de 0.83 % del PIB en 2019 y un máximo de 1.34 % del PIB en 1997. El último dato de 2021 es de 0.95 % del PIB. A modo de comparación, el promedio mundial en 2021 basado en 182 países es de 10.35 % del PIB.
La situación de los trabajadores del campo
Con respecto a los trabajadores, en 2022 el sector empleaba a cerca de 805.000 personas, la mayoría de ellas centradas en tareas de cultivos, viveros e invernaderos. Pese a que entre legales e ilegales, el tejido productivo agrícola estadounidense esté en los 2,4 millones de trabajadores, la realidad es que para 2032 se estima que se reduzca hasta los 789.000 empleados.
Una situación que para nada genera sorpresa, ya que el salario medio anual percibido por este segmento poblacional es cada vez menor. El promedio de los hogares estadounidenses gasta más de 1.000 dólares mensuales en alimentos, mientras que estas familias apenas llegan a los 20.000 dólares anuales.
La subida de los costos de los alimentos en más del 25%, desde 2019, lleva a tener que lidiar con unos costos demasiado elevados y excesivos para los agricultores. Esta situación crea trabajadores altamente vulnerables, en muchos casos, invisibles para el sistema político estadounidense.
A esto se le suman que miles de inmigrantes fallecen cada año, debido a las duras condiciones del campo en EEUU, teniendo que soportar temperaturas elevadísimas y unas condiciones extremas.
Los productores sufren una importante presión financiera, especialmente aquellos que dependen del alquiler de deudas o acumulan deudas significativas.
El papel del comercio exterior
Para el sector agrícola, es muy importante que sigan teniendo peso las exportaciones mundiales, pues gracias a ello se ha logrado alcanzar un saldo positivo de la balanza comercial. El elevado nivel de solicitud de este tipo de productos llevó al sector primario a reducir sus exportaciones y a mirar al exterior, debido al importante déficit comercial acumulado en 2024.
Las importaciones subieron en 2023 y su valor sobrepasó los 200.000 millones de dólares. Aquí destacan los envíos de aguacates desde México. La UE también ha incrementado la demanda de los productos agrarios, especialmente en países como Francia, España e Italia, en los que la agricultura cobra un papel esencial en sus dietas nacionales.