Al final, pedir el rescate es una lacra, pero las exigencias que nos pidan por un rescate normal o por el virtual no diferirán mucho. Y, cuando se lleve a cabo el rescate el mercado ya lo habrá descontado.
Grecia tendría que salir del euro. Tiene menor calificación crediticia que Zambia y su nivel de deuda va a alcanzar el 190% sobre el PIB. Es como intentar vivir en una urbanización de lujo sin dinero. Se le están dando ayudas por motivos políticos. Que saliera Grecia del euro ya está descontado por el mercado y no supondría un problema para Europa porque actualmente es más lastre que otra cosa.
Francia tiene un gobierno sin un liderazgo claro y que sigue por el camino fácil y erróneo de machacar a la gente con impuestos, algo que no hace que recaude más. Como este camino es erróneo, Moody’s le ha bajado la nota.
Además, este país tiene un problema de gasto público importante, algo que no tocará el actual gobierno socialista.
El Fiscal Cliff de EEUU es una situación muy diferente a la europea, pues los americanos tienen en el sótano una máquina para hacer dinero. EEUU puede pagar este precipicio fiscal imprimiendo billetes, además, la confianza del mercado en este país es mayor. Además, creo que republicanos y demócratas llegarán a un acuerdo para solucionarlo, ya que no les interesa llegar a una situación dramática.
Quien tenga renta variable en cartera deberá plantearse sus posiciones en función de lo que suceda en Europa, más que por el Fiscal Cliff.
Los movimientos corporativos de fusiones y adquisiciones vendrán en función también de cómo se desarrollen estos acontecimientos. Así pues, hay dos tipos de fusiones, una creativa –unión de fuerzas-, y otra por ahorro de costes –como las de las cajas-. Actualmente las fusiones se dan más por ahorro de costes que por creatividad.
Actualmente el mercado está en una encrucijada y, por ello, creo que no es momento de tomar posiciones decisivas actualmente. Los inversores deben identificar las señales antes de que se suceda todo y lanzarse a cazar la oportunidades de inversión en el momento preciso, cuando se tengan los indicios exactos.