Aunque los mercados bursátiles mundiales se han vuelto más volátiles debido a las dudas sobre el crecimiento mundial, las políticas de los bancos centrales y los riesgos políticos, el análisis de J.P. Morgan recomienda a los inversores mantener la compostura.
“Los inversores que sean capaces de ver más allá de la volatilidad a corto plazo tomarán mejores decisiones de inversión” ha dicho
Considerar la volatilidad en perspectiva
“A pesar de las reacciones negativas del mercado y la posterior volatilidad, ninguno de los dos episodios afectó la tendencia del crecimiento económico”, asegura Astarloa. “En consecuencia, aquellos que mantuvieron sus inversiones en cada uno de estos periodos, se beneficiaron del posterior rebote del mercado.”
Centrarse en el largo plazo
Los rendimientos del mercado se comportan de forma distinta según se trate de periodos diarios, mensuales o anuales. A pesar de que intentar anticiparse a los movimientos del mercado puede ser atractivo para los inversores que tratan de evitar pérdidas, este enfoque suele resultar frustrante y dar lugar a malos resultados. “Las subidas y bajadas diarias de los mercados se suavizan con el paso de los meses y años,” indica Astarloa. “Reaccionar de forma exagerada o precipitada a la volatilidad a corto plazo suele ser contraproducente. Desde 1928, en el 65% de los años se han obtenido rendimientos positivos, superando las ganancias medias ampliamente a las pérdidas.”
“Aumentar el tiempo de permanencia de las inversiones durante años e incluso décadas ha mejorado históricamente la relación entre riesgo y rentabilidad de la cartera del inversor” añade Astarloa. “Solamente aumentar esta permanencia a un periodo de cinco años, supone una mejora muy destacada.” Analizando los rendimientos en periodos de diez años sólo se ha obtenido una rentabilidad negativa durante la Gran Depresión y la Gran Recesión. Los rendimientos de la bolsa en periodos de diez años de permanencia entre 1936 y 2003 han sido siempre positivos. Cabe destacar que nunca ha habido un periodo de 20 años en la postguerra en que se hayan registrado pérdidas.
Mantener la disciplina de cartera
Seguir un enfoque de inversión disciplinado y diversificado ayuda a gestionar la volatilidad en bolsa. "Si se estructuran las inversiones con una visión a largo plazo sobre las perspectivas de la economía y los mercados, una cartera de activos diversificada puede lograr mayor rentabilidad con menor volatilidad que cualquier clase de activo individual", agregó Astarloa. Las ganancias consistentes y el comportamiento moderado de una cartera diversificada dan lugar a una mejor relación de riesgo y rentabilidad. La Figura 2 muestra que el ratio de Sharpe, que mide la relación entre la rentabilidad y volatilidad, es mayor para una estrategia multi-activos que para mercados individuales de renta variable. Esto se ha cumplido en periodos de 10, 15 y 20 años.
Los inversores deben esperar que los mercados bursátiles continúen siendo volátiles a medida que el ciclo económico y financiero actual continúa madurando. En este tipo de entorno, es más importante distinguir entre la voatilidad causada por las noticias a corto plazo frente a los datos fundamentales a largo plazo, y mantener este último enfoque.