Netflix pierde más de un tercio de su precio en una sola sesión, tras caer más de un 35% y ceder en mercado 50.000 millones de dólares en valor a cuenta de sus resultados. Caídas a plomo desde el minuto uno tras los resultados en el after hours que después se han convertido en recortes que han hundido la cotización del valor, al menos en los estándares de un gran valor como la plataforma de streaming que ha presentado, en sus resultados trimestrales el peor panorama posible. Y es que sus recortes intradía han llegado a superar el 38%.
Y es que, aunque son muchas las métricas que se siguen para valorar a la compañía, todos los ojos y miradas se concentraban en una: el nivel de suscriptores y su crecimiento en el primer trimestre del año. Los datos lo demuestran porque su ganancia por acción subió hasta los 3,53 dólares frente a los 2,89 previstos. Sus ingresos, algo inferiores a lo estimado, alcanzaron los 7.870 millones.
Sigue en directo la cotización de Netflix
Pero la pérdida de 200.000 suscriptores por primera vez en la última década para la compañía de Los Gatos – en concreto no se registraba desde octubre de 2011- frente a la esperada suma de usuarios de 2,73 millones ha quebrado definitivamente al valor. Tanto es así que hablamos de caídas sobre caídas, porque hasta este momento todos los indicadores de Netflix se movían a la baja con pérdidas anuales acumuladas, hasta la presentación de resultados, del 41%.
La compañía ha entendido que el crecimiento exponencial de usuarios alcanzó su mayor nivel en pandemia con la política actual, y las subidas de precios solo han hecho reducir el número de suscriptores, con una competencia cada vez más elevada y con precios competitivos. Y que la política de subida de precios, solo en EEUU y Canadá ha perdido 600.000 usuarios.
Aunque no es la única razón de que la tormenta perfecta descargue sobre el valor. La guerra y su salida de Rusia no solo ha provocado la pérdida directa de 700.000 suscriptores, sino también la indirecta en países de Europa Central y Oriental. El compartir las contraseñas, uno de sus actuales quebraderos de cabeza, que alcanza, dice la empresa, los 100 millones en todo el mundo y un tercio de ellos en EEUU y Canadá. El recorte de precios en India, que ha minado sus ingresos.
Ahora la compañía mira al futuro inmediato para reconstruir puentes y revitalizar al valor: lo primero esperan que los ingresos vuelvan a crecer este año, aunque a un ritmo más lento y que vuelvan las adiciones en la segunda parte del ejercicio, aunque su guía para el segundo trimestre, en este momento, pasa de nuevo por perder suscriptores entre abril y junio del presente ejercicio, hasta en dos millones. Ahora mismo cuenta con 220 millones en todo el mundo.
Ahora en su gráfica de cotización vemos como el valor se hunde, con mínimos interanuales y caídas del 35% en las cinco sesiones precedentes, del 39,6% mensuales y que alanzan el 56% trimestral. En el año el recorte es más que severo, del 62,45% del valor.
Y todo esto le lleva a cambiar de estrategia mirando a la publicidad. Dice uno de sus CEO, Reed Hastings, que ya se plantean la introducción de publicidad, que reconocen que le ha ido muy bien a Disney+ y HBOMax, porque “soy un fanático de la elección del consumidor, aunque admire la simplicidad de la suscripción”. Aun así, mantienen la previsión de gasto en contenido para este año en unos 18.000 millones de dólares, aunque las declaraciones tras los resultados de su director financiero abrieron la puerta a reducir esa cuantía.
Los indicadores premium que marca Estrategias de Inversión colocan a Netflix en modo rebote y con el recorte de dos puntos en 2,5 puntos totales de los 10 posibles que puede alcanzar el valor. Con volumen de negocio a medio y largo plazo que se muestra creciente para el valor y volatilidad a largo plazo creciente, su volatilidad.
Vemos en el lado contrario, que la tendencia es bajista en ambas vertientes, tanto a medio como a largo plazo, con momento total negativo, lento y rápido, mientras que la volatilidad a medio plazo es creciente para Netflix.