Nasdaq OMX ha vuelto a mirar de cerca las pérdidas en esta semana. En concreto ha rozado pérdidas, de nuevo, del 1% en un año que sin duda está siendo claramente negativo, inflación mediante, para los valores más innovadores del mercado y, en especial, para las Big Tech.
Las razones, de sobra conocidas por todos: porque sus niveles tanto actuales como futuros de apalancamiento que ponen sobre la mesa, sobre todo, que sus gastos financieros se elevarán, a los niveles actuales por la subida agresiva de tipos de la Reserva Federal de Estados Unidos, y porque el endeudamiento futuro, necesario, será más caro de obtener.
Todo lo podemos comprobar en su implementación completamente negativa en su marcha, a pesar de que el esperado negativo mayo, se ha moderado. Aun así, en el quinto mes del ejercicio el Nasdaq volvía a mostrarse como el segundo más penalizado, tanto 100 como Composite, con caídas respectivas en los índices del 1,5 y del 1,9% como podemos ver en imagen.
Y es que además en esta última semana de transición, con fiesta el lunes, en ese cambio de mes, hemos visto como dos noticias reducían el recorrido del indicador. El primero macroeconómico: las caídas del pasado viernes sembraban la semana de pérdidas por una mala lectura del informe de empleo. Con una contratación elevada en mayo, con 390.000 nuevos trabajos, por encima de lo esperado, aunque los ingresos medios se elevaron tres décimas frente a las cuatro esperadas. Un informe mixto, pero con mala lectura.
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Y es que, en Estados Unidos, ahora mismo: lo bueno es malo: mejor evolución laboral significa más agresividad en la subida de tipos, ahora mismo, lo peor para el mercado. La inflación sigue sobrevolando todo, y más lo hará la semana que viene, como ahora veremos. De hecho, en su gráfica de cotización esas caídas a plomo del 2,5% del pasado viernes se traducen en recortes semanales del 1% para el Nasdaq, del 1,09% en el mes, del 9,77% en el trimestre presente y convierten al indicador en el que peor desempeño mantiene en el año, con recortes en 2022 del 23,22%.
Y el último varapalo, llega de las previsiones de Microsoft De sus guidance, como ahora se denominan, que, en realidad es un profit warning en toda regla que también convulsionó, aunque no con pérdidas decisivas a la compañía que dirige Satya Nadella. Menores perspectivas para el trimestre actual, con ganancias a la baja hasta los 2,24 dólares por acción y guía de ingresos recortada hasta los 51.940 millones desde los 52.740 anteriores. Los tipos de cambio en sus ingresos obtenidos en el extranjero es lo que revierte la situación, con guerra en Ucrania y debilidad económica en Europa y Asia, ante la fortaleza del dólar.
Y la semana que viene “los malos datos” serán cruciales para la FED: se espera el IPC de mayo, que podría mitigar los datos de abril del 8,3%, aunque todavía se espera que a cierre del ejercicio los precios de consumo marquen niveles desorbitados para Estados Unidos, del orden del 8,2%. Y los expertos del mercado consideran que, si la inflación da tregua, habrá mejor sentimiento de compra en el mercado.
Y es que algunos miembros de la Reserva Federal están indicando que puede que los precios no hayan tocado techo todavía, lo que llevaría al banco central americano a pensar en subidas de tipos más agresivas, algo de mala factura para el mercado.
También muy atentos a los datos de consumo de esta semana en Estados Unidos. Y como dice Jim Cramer, cualquier negatividad en esas cifras será una buena señal para Jerome Powell en su lucha contra la inflación.