Todas estas medidas llegaron con el miedo global a una ralentización del crecimiento económico. Era el prisma desde el que miraban todos los analistas financieros como el mejor estratega en cualquier contienda. La falta de combustión de la economía en la zona euro preocupaba, y mucho, a los que se ocupan de la política monetaria de la zona y por ello decidieron poner toda la carne en el asador.
Después de todo esto ha llegado el próximo evento en el que, precisamente por la agresividad en las medidas adoptadas en el anterior encuentro, no se esperan especiales fuegos artificiales. “No habrá sorpresas, no esperamos ninguna acción BCE esta semana”, comentan los analistas de Bank of America Merril Lynch. “Después de que el paquete de medidas de marzo, creemos que el BCE tendrá unos meses de descanso antes de poner sobre la mesa más instrumentos”, añaden.
Según el equipo de análisis de JP Morgan la institución monetaria europea revisará al alza la estimación de inflación “al 1,6% para el 2018”. Por otra parte, aseguran que el mercado ya está descontando otra bajada de tipos de 10 puntos básicos (a terreno negativo), pero que se haría efectiva a finales de año.
Es posible que el BCE se muestre “relativamente satisfecho”, y aunque los riesgos siguán siendo mayores, la divisa y que las expectativas de inflación se han movido mucho, “los mercados financieros han tenido un impacto positivo, con unos datos de crecimiento sólidos y una inflación estable (aunque baja)”.
Por otro lado es probable que el euro, que se ha debilitado en los últimos días, pueda reforzar esa tendencia con los comentarios post-encuentro. Eso es lo que consideran los expertos de Bank of America, aunque señalan que “la debilidad del euro más sostenida requiere un tono de más confianza por parte de la Fed”, algo que todavía no se ha producido.
Con todo, no todo se resume, efectivamente, en esta reunión sino en lo que está por venir, tal como reseñan los analistas de ING. “El Brexit se avecina, la vuelta de la crisis griega y el aumento de la crítica alemana podría tomar cuerpo en la agenda europea”, concretan. Esto, a ojos de estos expertos, puede hacer que la tasa de crecimiento de la región “permanezca débil durante un tiempo”.
En opinión del área de análisis de esta entidad bancaria, las reformas estructurales y las finanzas públicas sostenibles son algunos “de los principales requisitos”, pero “no son la solución completa”. También recalcan que son necesarias otras medidas “growthenhancing”, en las que se incluiría “una política monetaria laxa, sino también las políticas fiscales”, de cara al futuro.
Y… ¿Oportunidades?
Uno de los temas en los que se centran los inversores es si con las medidas tomadas por el BCE, o las que puedan tomar, junto a los acontecimientos que yacen en terreno europeo, hay oportunidades para invertir. A este respecto el equipo de análisis de BlackRock sostiene que Europa tiene “valoraciones razonables” y que la política del BCE “sirve de apoyo”, para optar por la renta variable. Sin embargo, alude también al temor del Brexit, además de las dudas en el sistema bancario, como principales vulnerabilidades de la región.
François Lavier, gestor-analista especialista en deuda financiera de Lazard, asegura que "en un contexto caracterizado por tipos de interés muy bajos, el sector financiero ofrece oportunidades como fundamentales sólidos mejorando bajo el impulso de la nueva regulación, valoraciones atractivas y una oferta razonable en un merado que ya es consecuente y desarrollado".
Asimismo, hay otros productos que también gozan de números verdes desde las decisiones tomadas por el BCE como es en este caso el fondo de high yield europeo en euros de Degroof Petercam, con rendimiento positivo desde comienzos de año.
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