No solo 3.700 trabajadores de Twitter podrían irse a la calle, sino que se espera que el magnate exija a los empleados de la red social que antes estaban autorizados a trabajar a distancia que se presenten en las oficinas de Twitter dentro y fuera de San Francisco, según Bloomberg, que informó por primera vez de los despidos previstos.

A principios de este año, Musk promulgó una política similar de regreso a la oficina en Tesla, su empresa de vehículos eléctricos, de la que ha obtenido la mayor parte de su considerable riqueza. 

Según comunicaciones internas vistas por CNBC, Musk planeaba reunirse con un círculo interno de personas que le asesoran en Twitter para discutir los despidos. Entre los invitados estaban el inversor de riesgo David Sacks de Craft Ventures, el presidente de The Boring Company Steve Davis, junto con Sam Teller y Antonio Gracias de Valor Equity Partners. Gracias es un inversor desde hace mucho tiempo en otras empresas de Musk, incluyendo SpaceX y Tesla, y fue miembro del consejo de Tesla.

Tras la adquisición de Twitter por 44.000 millones de dólares la semana pasada, Musk se esfuerza por mejorar los márgenes, entre otras cosas reduciendo la plantilla y los gastos operativos y encontrando nuevas formas de generar ingresos. Entre otras cosas, ha propuesto un producto de suscripción que cuesta 8 dólares al mes y que incluiría la llamada ‘verificación azul’ para los suscriptores. 

Entre 2010 y 2021 los ingresos totales de Twitter ascendieron a unos 25.000 millones de dólares, su gasto en investigación y desarrollo ascendió a unos 7.800 millones de dólares y sus resultados netos estuvieron en números rojos en torno a los 1.300 millones de dólares acumulados.