De esta manera indica que, aunque las estimaciones financieras de la compañía andaluza son conservadoras, en un escenario complicado la liquidez estaría muy ajustada. Por tanto, sobre los aspectos que podrían dificultar esa situación de liquidez, Moody's apunta a problemas en la ejecución de las desinversiones o mayores gastos en proyectos.
En otro orden, Moody’s apunta que el incumplimiento de algunas de las condiciones asociadas a la reestructuración financiera podrían retrasar o obstaculizar la capacidad del grupo para ejecutar el plan. Entre esas condiciones, está, por ejemplo, la negociación con proveedores.
Abengoa anunció la pasada semana desinversiones por 421 millones de euros en dos años en el marco del plan de reestructuración tras alcanzar un acuerdo definitivo con sus acreedores para salvar la empresa, en preconcurso desde noviembre del pasado año. El acuerdo logrado necesita ahora el aval de los dueños del 75 % de la deuda y de la junta de accionistas antes de solicitar su homologación judicial, un proceso que la compañía espera completar antes de finales de septiembre.