2. Evidencia de equilibrio sostenible de la economía española que soporta la lenta mejora fiscal.
3. Reconocimiento de las reformas implementadas por el Gobierno.
5. Mejora del crecimiento, aunque el ritmo será moderado.
El pasado vienes fue la agencia S&P la que elevó la perspectiva de la deuda española hasta estable desde negativa al tiempo que mantuvo su rating en “BBB-” a largo plazo y en “A-3” a corto plazo.
Esta agencia considera que la posición exterior de la economía española está mejorando, como también el propio crecimiento de forma gradual. Además, alude a la estabilización de otros indicadores (fiscal y estructurales) al mismo tiempo que las políticas europeas son también más consistentes.
N.A.