Este lunes, además, se conoció que la agencia de calificación de riesgos Moody’s elevó su rating a largo plazo desde ‘Baa2’ a ‘Baa1’, con perspectiva estable. Este Baa1 le deja en el escalón más alto del ‘grado medio bajo’ dentro del bono de inversión en el que las agencias tratan de evaluar a las grandes empresas.
Moody’s explica que esta alza se fundamenta en el desempeño de la compañía en un momento de "precios del petróleo volátiles", según ha informado en un comunicado. La agencia estadounidense ha destacado la "mejora material" de los perfiles crediticios de Repsol durante los dos últimos años y ha valorado de forma positiva la decisión de la compañía de "adaptar" su modelo de negocio a un modelo de transición energética.
Así, la agencia de calificación ha explicado que Repsol ha mejorado su beneficio bruto de explotación (Ebitda) y su flujo de caja con respecto a 2016, cuando decidió mantener el rating en 'Baa2' con perspectiva 'negativa'.
"A pesar de alguna debilidad en los ingresos durante los primeros nueve meses de 2018, Moody's espera que las operaciones de 'downstream' de Repsol seguirán siendo resilientes y mantendrán su sólida contribución a los ingresos", ha indicado la firma.
Aunque Moody's ha atribuido al rating de Repsol una perspectiva 'estable', ha advertido de que si la deuda no se reduce al ritmo "esperado", su nota como emisor a largo plazo podría volver a descender. En este sentido, aunque la posibilidad de otra subida a medio plazo es "limitada", una ejecución "exitosa" de su estrategia de transición energética y una mejora del negocio de 'upstream' (exploración y producción) podría llevar a un alza adicional del rating, recoge Europa Press.
La deuda de Repsol a cierre del tercer trimestre es de 2.304 millones, lo que supone una reducción de su pasivo del 67% frente al mismo período del año pasado cuando su deuda era de 6.972 millones de euros.
Repsol puja para operar un yacimiento indonesio de gas
Repsol ha presentado una propuesta para operar el bloque de gas natural Corridor en Indonesia, que actualmente gestiona la estadounidense ConocoPhillips, según Dwi Soetjipto, presidente del regulador indonesio de hidrocarburos SKK Migas.
La petrolera española se une así a la puja para operar el yacimiento a partir de 2023, un proceso en el que también participan la energética estatal indonesia PT Pertamina y la propia ConocoPhillips. "ConocoPhillips, Pertamina y Repsol, están muy interesadas. Seguimos evaluando las propuestas", afirmó Soetjipto.
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