Moody's, la agencia de calificación crediticia, ha anunciado este lunes que ha confirmado las calificaciones de Enel y su filial Endesa en 'Baa1', al tiempo que ha cambiado su perspectiva de negativa a estable.
La calificación de Enel, según Moody's, refleja la expectativa de que su perfil financiero continuará mejorando en comparación con el observado en 2023, manteniéndose a mediano plazo en un nivel acorde con la calificación actual.
En términos generales, la calificación de Enel sigue destacando su gran escala y diversificación geográfica, factores que contribuyen a moderar la volatilidad de sus beneficios. El modelo de negocio del grupo, impulsado principalmente por empresas reguladas y negocios contratados, también es un punto a favor. Moody's advierte que la calificación podría disminuir si Enel no logra mantener un perfil financiero consistente con los estándares requeridos para la calificación actual.
Enel se beneficia de su presencia global y de un modelo de negocio diversificado que le permite mitigar riesgos y mantener una posición financiera sólida a largo plazo.
Calificación de Endesa
En cuanto a Endesa, la nota de solvencia se fundamenta en su perfil empresarial y financiero independiente, que sigue siendo robusto, aunque en cierta medida se ve afectado por su integración dentro del grupo Enel, del cual este último controla el 70% de las acciones de Endesa.
La fortaleza crediticia de Endesa se apoya en la alta proporción de actividades reguladas en su cartera de negocios, lo que garantiza la estabilidad de sus ganancias, así como en su nivel moderado de apalancamiento.
Endesa se destaca por su enfoque en actividades reguladas que proporcionan una base sólida para sus operaciones y resultados financieros.
Perspectivas futuras
En el caso de Endesa, es probable que su calificación mejore si la de Enel también lo hace. Por el contrario, un deterioro significativo en el perfil independiente de la compañía, ya sea por condiciones internas adversas o un aumento en su apalancamiento, podría resultar en una rebaja en su nota de solvencia.
La confirmación de las calificaciones de Enel y Endesa por parte de Moody's, con una perspectiva estable, refleja la confianza en la mejora continua de los perfiles financieros de ambas compañías, así como en la solidez de sus modelos de negocio. La atención se centra ahora en cómo estas empresas seguirán gestionando sus operaciones y desafíos futuros para mantener su posición crediticia en el mercado.