Se ha hablado mucho sobre "el Metaverso" desde su acuñación en los años 90, pero especialmente durante la pandemia (dado el aumento de la actividad online), y más aún después de que Facebook cambiase su nombre a Meta. Sin embargo, aunque se haya convertido en la narrativa predominante de los últimos tiempos, el concepto de Metaverso y su tecnología se encuentran en una etapa muy temprana y bastante lejos de convertirse en una realidad – aunque virtual.
No obstante, muchas compañías – tanto tecnológicas, como de retail y del sector del entretenimiento y media – están invirtiendo ingentes cantidades para asegurarse su espacio en el supuesto mundo virtual que sobre todo desde Meta se está promocionando. El riesgo es que, como apuntan varios estudiosos y expertos en tecnología e innovación digital, se tergiverse el sentido profundo y verdadero del concepto Metaverso: no simplemente un mundo virtual (que ya existe) donde, llevando puestas como interfaz unas gafas, poder interactuar por medio de avatares y donde comprar productos digitales, entre otras cosas, sino un nuevo modelo de Internet, completamente distinto al web que conocemos hoy.
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Por eso, creemos que se necesita todavía bastante prudencia en pronosticar el futuro del Metaverso, pues está en desarrollo y sobre todo aún en fase de creación. Es bastante probable que se trate de la próxima gran revolución y por eso es importante estudiar para poder estar presentes cuando sea el momento adecuado, especialmente para una compañía como la nuestra que produce contenido audiovisual, que por su propia naturaleza está sensible a la innovación y necesita estar al paso con las nuevas tecnologías también para llegar al público más joven. Sin embargo, por ahora el Metaverso como tal es una idea intangible, y los mercados también parecen ser más moderados con respecto al gran entusiasmo inicial – véase las enormes pérdidas en bolsa de Meta y la caída de casi el 25% en las acciones, tras su informe de resultados del tercer trimestre.
No podemos saber cuándo llegará el momento en que pueda considerarse establecido como algo común en nuestras vidas, pero probablemente falte bastante tiempo.